Insatisfacción sexual: otra de las deudas que dejó la pandemia en los colombianos
El 64 % de las personas que estaban en una relación afectiva tres meses antes de la pandemia, la terminaron
I-Share, una encuesta aplicada en 33 países incluyendo Colombia, analizó cómo fue la salud sexual y reproductiva durante la pandemia. Demostró que afectó el acceso a métodos anticonceptivos, las relaciones de pareja y la actividad sexual.
El coronavirus representó un colapso total en el sistema de salud mundial. Por un año, las consultas e investigaciones que no estuvieron relacionadas con el virus SARS-CoV-2 pasaron a un segundo plano y los resultados de la encuesta internacional I-Share, aplicada en 33 países incluyendo Colombia, sobre salud sexual y reproductiva fueron un ejemplo más de ello. El estudio, realizado con la participación de 2.444 personas, demostró que la pandemia del COVID-19 afectó el acceso a métodos anticonceptivos, las relaciones de pareja y la actividad sexual de los colombianos.
“Esta es una encuesta internacional de salud sexual y salud reproductiva en tiempos de COVID-19. Lo que se preguntó fue cómo todas las medidas para detener el coronavirus tuvieron un impacto en la vida de las personas, en particular en las estructuras de las familias, en las relaciones, en el acceso a la salud sexual y reproductiva”, señaló Juan Carlos Rivillas, director de investigaciones de Profamilia, la organización que lideró el estudio internacional en Colombia.
En la encuesta, que se diseñó a lo largo de 2020 y se aplicó formalmente de diciembre a enero de 2021, participaron personas de cinco regiones del país. Siendo el 54 % de 18 a 29 años y el 36 % de 34 a 49 años. Los principales hallazgos, según explicaron los investigadores, son novedosos en Colombia, pues aunque ya se han realizado encuestas de salud sexual, como lo fue el caso de Solidaridad I y II de Profamilia, en esta ocasión los expertos se preguntaron por temas nunca antes explorados.
“Es una encuesta que, a diferencia de todas las que tenían estándar internacional, ya no se concentra solo en la salud sexual y reproductiva, que es lo que tradicionalmente se pregunta, sino que quería tener mayor desarrollo en la sexualidad. Se habló de la experiencia sexual, de los problemas sexuales y se evaluaron comportamientos sexuales específicos como la actividad sexual con la pareja, la masturbación, las relaciones ocasionales, el sexting, la pornografía y el cibersexo”, agrego Rivillas.
Dentro de los resultados más destacados se encontró que el 80 % de las mujeres encuestadas sexualmente activas usan un método anticonceptivo. Sin embargo, el 14 % de ellas se enfrentaron a barreras para acceder a estos, como el temor al contagio por salir de su hogar, largas filas y tiempos de espera en centros médicos y escasez del fármaco. El estudio también permitió entender el efecto de la pandemia en las relaciones de pareja, en las que el 64 % de las personas que estaban en una relación afectiva tres meses antes de la pandemia, la terminaron durante las medidas más estrictas de la cuarentena y cuatro de cada diez argumentaron que la ruptura estuvo relacionada con la situación de salud pública.
Frente a la relación con la frecuencia de prácticas sexuales y la insatisfacción que la contingencia sanitaria pudo causar, la investigación señaló que el 18 % de los encuestados aumentaron la frecuencia de la actividad sexual con su pareja y el 30 %, la disminuyeron; el 35 % aumentaron la frecuencia de la masturbación y el 32 %, la disminuyeron; el 10 % aumentaron la frecuencia de las relaciones ocasionales y el 8 %, la disminuyeron; el 27 % aumentaron la frecuencia del sexting y el 18 %, la disminuyeron; el 27 % aumentaron la frecuencia con la que ven pornografía y el 35%, la disminuyeron, y el 12 % aumentaron la frecuencia del cibersexo y el 8 %, la disminuyeron.
Aunque los resultados fueron tomados de los más de 2.000 que contestaron virtualmente las preguntas durante cuatro semanas, de estas 1.500 eran mujeres, pero solo 944 hombres. Además del obstáculo que reconocen los investigadores de la falta de representatividad demográfica. “En tiempos de pandemia no se pueden hacer encuestas de gran formato, entonces no tenemos la representatividad que tienen todas las otras encuestas de formato nacional. Las personas encuestadas son las que tienen acceso a internet, a redes sociales, con un nivel educativo más alto, con cierta condición de empleo, entonces siempre hay un sesgo en términos de población que está contestando la encuesta”, agregó Rocío Murad, coordinadora de investigaciones de Profamilia.
Lo cierto es que, al menos dentro de la población encuestada, los investigadores de Profamilia y del informe I-Share concluyeron que la pandemia sí aumentó la insatisfacción en las relaciones físicas interpersonales y los colombianos se enfrentaron a nuevos retos sexuales que antes no tenían, como integrar la virtualidad a su salud sexual. Para los investigadores, estudiar los cambios en el comportamiento sexual de las personas durante este tipo de emergencias sanitarias es trascendental para generar estrategias y ajustes que eviten que durante estas medidas se vulneren los derechos sexuales y reproductivos de las personas.
“No solo hay que considerar el rol reproductivo de la sexualidad, hay que considerar el placer y el disfrute pleno. Si solo tenemos en cuenta las actividades reproductivas no estamos teniendo una visión completa de la vida sexual y es importante entenderlo, porque la tranquilidad sexual no para en las situaciones de pandemia ni de crisis, y no se detiene porque es propio de la vida. Se deben seguir considerando”, concluyó Murad.
9 abr 2021
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