La desgarradora carta con la que un deportista habló de su homosexualidad: “Me escondía para no ser perseguido”
El famoso deportista francés Guillaume Cizeron contó hace unos días que es gay y ahora se animó a hablar de la discriminación que sufrió por su orientación sexual.
Guillaume Cizeron es un famoso deportista francés que con solo 25 años ya obtuvo cuatro campeonatos mundiales de Patinaje Artístico sobre Hielo. Y en las últimas semanas fue noticia nacional al publicar en su cuenta de Instagram una foto junto a su novio, contando así públicamente que es gay.
Ahora Guillaume fue tapa de la revista L’equipe, en la que publicó una larga carta en la que habló de su infancia, de lo “diferente” que se sentía a sus compañeros, del sufrimiento y humillaciones que recibió, así como también del cambio cultural que se está llevando a cabo a nivel mundial.
“Desde joven recuerdo haberme preguntado sobre mi identidad y mi género. Recuerdo muy claramente enfrentar a mi madre: ‘Mamá, ¿soy niña o niño?’. Obviamente todavía no podía entender o verbalizar mis preguntas, pero tenía la sensación de ser diferente. Diferente de otros chicos. Estaba aterrorizado de haber nacido en el cuerpo equivocado, durante mucho tiempo no sabía que ser gay era una posibilidad, solo pensé que algo estaba mal conmigo”, comenzó.
“Siempre estuve más inclinado a jugar con muñecas, disfrazarme y maquillarme. Muy rápidamente entendí que los chicos no deberían “jugar” con las Barbies. Entonces me detuve. Me senté en la cama, mirando a mis dos hermanas vestir a sus muñecas”, agregó el deportista.
A continuación se refirió al bullying que sufrió tanto en la escuela como en la universidad:”Solía estar solo, no quería jugar fútbol con los chicos, y algunos días mis amigos querían quedarse con las nenas. Entonces me sentaba en un rincón esperando desesperadamente el timbre del final del recreo”.
“En la universidad pasé mucho tiempo en el baño, escondiéndome para no ser perseguido o no tener que sufrir la humillación de la soledad. Era un chico extremadamente tímido y terriblemente sensible, casi nunca respondía insultos. Maricón, maricón. Los insultos se hicieron costumbre y pronto se convirtieron en ese sonido poco saludable en el fondo de mis pensamientos”, continuó.
“La adicción es el vicio del bullying, te acostumbras a la violencia, Se vuelve normal. Y muy a menudo terminamos creyendo que lo merecemos. Aquellos que hemos sido llevados a creer que no merecemos ser, tenemos que luchar constantemente contra esta versión de nosotros mismos moldeada por otros”, reflexionó.
Y contó que desde hace algunos años intenta “redescubrir y aceptar las partes de mí que tenía que esconder, enterrar y eliminar”. Aunque le cuesta llevar adelante ese cambio: “A veces me encuentro censurando algunas de mis acciones, expresiones faciales o palabras, por vergüenza o por miedo a disgustarme”.
“Cada ser humano tiene una parte de masculinidad y feminidad en sí, le guste o no. Personalmente, cultivo y me gustan ambas, tanto en la vida como en el hielo. Las dos energías son muy complementarias y me divierto aprovechando uno u otro dependiendo de los roles que bailo en el hielo”, indicó el deportista.
Entonces contó que su objetivo al contar que es gay y al escribir esas líneas no es otro más que el de ayudar a otros: “Si mis palabras tiene el poder de ayudar aunque sea a una sola persona a amarse más y aceptarse, entonces vale la pena hablar”. Y, si bien ponderó el gran avance cultural que hubo en los últimos años, consideró que “la lucha todavía no terminó. La verdadera tolerancia sería que nadie tuviera que salir del clóset, ya que ningún heterosexual tuvo que hablar nunca de su orientación”.
Y cerró: “En un mundo ideal nadie tendría que justificar sus atracciones sexuales o románticas. Todos merecen amor y dignidad, sean hombres o mujer, y se sientan atraídos por hombres, mujeres o por ambos. Solo queremos que se nos permita vivir en paz, con el respeto, amor y los derechos que nos merecemos. Mientras tanto, quiero que los que lean estas palabras sepan que no están solos”.
