¿Cómo se siente realmente ser gay?
Por Harold Sánchez*
A propósito de la tercera vez que se radica ante el congreso de la república el proyecto #NadaQueCurar (leer más)para prohibir las prácticas de conversión por orientación sexual en Colombia, quisiéramos contarles un poco de lo que significa ser gay y cómo se siente.
Definitivamente, sólo una persona homosexual puede responder a la pregunta en el título porque solo nosotros sabemos lo que se siente. Si bien muchos aliados intentan entendernos, ninguno puede comprender el panorama completo.
Sí, a muchos gays nos gusta salir de fiesta, caminar medio desnudos en desfiles, ir al gimnasio y mostrar músculos, pero detrás de cada una de esas sonrisas, fiestas y bailes, hay un niño interior asustado con una complicada historia de coraje e incluso de odio hacia si mismx.
Como hombre gay que creció en un ambiente tóxico y se ha abierto camino por la vida tratando de encontrar felicidad y paz, puedo decir que no es fácil ser homosexual. Hubo momentos de ideación suicida, desesperación y total repugnancia hacia mí mismo, algo por lo cual pasan muchos hombres y mujeres atraidxs hacia personas de su mismo sexo, porque a menos que crecieras rodeado de una familia comprensiva y amorosa debes haberte odiado a ti mismo en algún momento.
Por otro lado, la mayoría de nosotros no tuvimos un despertar sexual adecuado. A la edad en que las personas comienzan a tener experiencias sexuales, los adolescentes homosexuales suelen estar confundidos y asustados. Y eso no solo afecta nuestro desarrollo psicosexual, sino también nuestras habilidades para socializar. Muchos hablan de una segunda adolescencia en los hombres gays y mujeres lesbianas, pues muchos comienzan a ser ellxs mismxs después de los veinte e incluso los treinta. Básicamente, actúan como adolescentes después de la adolescencia.
Dicho esto, se podría inferir que las personas homosexuales pueden ser inmaduras pero, honestamente, al no pasar adecuadamente por ciertas etapas de la vida, nos sentimos incompletxs y con ganas de vivir cada momento perdido, incluso si es después de la pubertad.
Además, generalmente, para una persona gay, salir de la cama todos los días es más difícil que para las personas heterosexuales, porque además de las preocupaciones y cargas diarias, también lidiamos con el miedo de ser nosotros mismos y ser odiados y atacados por ello. Toda esa combinación crea un caos emocional que puede salirse de control.
Una cosa es cierta: nadie pide ser gay porque nadie quiere ser maltratado, atacado o incluso abusado. No es que nos despertemos un día diciendo "Hoy quiero ser gay". ¡No, no tiene sentido decir eso!
Ser gay tampoco se trata de tener una experiencia que puede haberte afectado tanto como para convertirte en homosexual. Nadie se convierte en gay simplemente por besar a alguien del mismo sexo o estar desnudo con esa persona. Las personas homosexuales crecimos expuestxs a tendencias heterosexuales y nuestra orientación sexual no cambió a pesar de ello. Por lo tanto, afirmar que una persona se vuelve homosexual, por ejemplo, en función de los programas de televisión que ve, no tiene fundamento.
Lamentablemente, debido a toda la presión que el mundo ejerce sobre los jóvenes LGBTQ+, crecemos avergonzadxs de nosotrxs mismxs y se necesita mucha terapia a veces para sentirnos cómodxs con nuestra sexualidad. Por ejemplo, es muy común en muchxs tener un complejo de culpa al pensar que somos pecadores e inmorales. Lo peor es que cuanto más tratamos de huir de lo que sentimos, más nos acercamos.
Por todo lo anterior dicho, desearía ser heterosexual a veces para tener una vida más fácil, porque los gays y las lesbianas debemos hacer un esfuerzo extra para que se nos tome en serio en nuestras profesiones y en la sociedad, mientras que los heteros se ahorran la mitad de ese estrés y, mucho mejor aún, no tienen miedo a caminar en las calles de la mano con sus parejas y nunca se les mira de manera extraña si dicen que quieren criar hijos.
Además, cuando eres homosexual a veces sientes que no tienes un hogar. La mayoría de las veces no nos sentimos seguros en donde los seres humanos deberían sentirse mejor: con la familia. Para muchos gays, el peor lugar para estar es con sus familiares, por lo que la mayoría terminamos dependiendo de amigos, que en su mayoría también son personas LGBT+, para construir nuestra propio círculo.
Personalmente, trato de mantenerme alejado de mis familiares de sangre tanto como puedo. La vida me ha hecho muy sensible pero también muy fuerte. He aprendido a depender de mí mismo y a fortalecer mi corazón y sentimientos para no sentir decepción, aunque es prácticamente imposible no decepcionarse de vez en cuando.
Entonces, cuando ves a una persona gay bailando sin parar, es posible que también estés mirando a alguien cuyas heridas internas son peores que las de otros. Por lo tanto, es necesario utilizar palabras amables cuando se refieran a nosotros y evitar bromas que hieran nuestros sentimientos, aunque suenen graciosas.
Si continúo escribiendo, creo que nunca voy a terminar, porque hay demasiado dolor por dentro. Describir lo que se siente ser gay puede ser una tarea increíblemente dolorosa. Simplemente, buscamos vivir nuestro día a día y sobrevivimos como podemos con la esperanza de que todo sea mejor para las próximas generaciones.
Por Harold Sánchez
Periodista, blogger bilingüe de cine y cultura pop.
Colombo Venezolano en Bogotá DC
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