La nación isleña de Barbados se ha comprometido a someter el matrimonio entre personas del mismo sexo a votación pública, pero los activistas dijeron el miércoles que desconfiaban de cualquier esperanza de una reforma importante en una nación que todavía tiene leyes que castigan las relaciones sexuales entre hombres en sus normas jurídicas.
Las personas LGBT sufren discriminación, abuso verbal y acoso en Barbados, donde la Iglesia Católica y los grupos evangélicos expresan su oposición a otorgar derechos legales a la comunidad gay y trans, dicen sus partidarios.
La gobernadora general de Barbados, Sandra Mason, dijo en un discurso ante el parlamento esta semana que el país caribeño celebraría un referéndum público para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Barbados, que depende del turismo, debe tener una "discusión franca" y "poner fin a la discriminación en todas sus formas" para no ser "incluida en la lista negra" por cuestiones de derechos humanos, dijo.
"Mi gobierno hará lo correcto, entendiendo que esto también generará controversia", dijo Mason, y agregó que el gobierno aceptaría el resultado del voto público. No se fijó una fecha.
Dijo que el gobierno estaba dispuesto a reconocer "una forma de uniones civiles", un estatus legal que no llega al matrimonio, para las parejas del mismo sexo.
Alexa Hoffmann, una activista y mujer transgénero en Barbados, dijo que el discurso de la gobernadora estuvo lleno de "humo y espejos, andar de puntillas y el uso de palabras de moda". "El discurso no me ha impresionado", dijo a la Fundación Thomson Reuters.
"Se está dando un visto bueno a las uniones civiles, pero sin embargo, cualquier cosa que se relacione con la capacidad física de la comunidad LGBT para practicar esa relación sigue estando criminalizada y completamente prohibida".
La homosexualidad no es explícitamente ilegal en Barbados, pero las leyes de “sodomía” e indecencia de la era colonial, que rara vez se aplican, prohíben y criminalizan las relaciones sexuales entre dos hombres o dos mujeres. “En la práctica, un vecino entrometido puede decidir fácilmente llamar a la policía y crear un infierno”, dijo Hoffmann.
Hoffmann y otros activistas dijeron que pensaban que cualquier referéndum para permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo probablemente fracasaría. “Mi apuesta sería que cualquier voto del público sea un no”, dijo Hoffmann.
El activista de derechos LGBT + de Barbados, Michael Rapley, dijo que estaba optimista sobre el reconocimiento de las uniones civiles, pero advirtió contra una votación pública sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Un referéndum matrimonial sería mejor si la gente se acostumbra a la idea de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y la igualdad de derechos independientemente de la orientación sexual, dijo Rapley, director de Equals, un grupo local de derechos LGBT +.
"No creo que un referéndum sobre el matrimonio homosexual sea prudente en este momento", dijo.
El activista por los derechos humanos Neish Mclean dijo que se sentía alentado por la voluntad del gobierno de reconocer las uniones entre personas del mismo sexo, pero que abordar la discriminación y despenalizar las leyes de relaciones sexuales requeriría mucho más trabajo.
“Hay un largo camino por recorrer para lograr la igualdad para las personas LGBTIQ”, dijo Mclean, oficial de programas para el Caribe de OutRight Action International, un grupo de derechos LGBT +.
Por Redacción @OrgulloLGBT
Con información de REUTERS
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