La Fundación Gaia Internacional rechaza contundentemente las declaraciones del "honorable" senador Roberto Gerlein, no sólo en el debate del Congreso en días pasados, sino las que rindió en una entrevista en una importante emisora del país, donde además de contradecirse con sus convicciones de pensamiento, deja en evidencia la catastrófica desactualización que el "respetado" señor tiene frente al tema de Constitución y Derechos Humanos. Sus argumentos están basados en los conocimientos que recibió en su formación académica cuando cursó la universidad... vayamos a saber en qué año fue.
Según palabras expresadas por él mismo, dice no ser homofóbico y no tener nada en contra de los homosexuales, porque tiene amigos hombres, "no me gusta el sexo entre varones, eso no significa que deteste a los varones". Afirmó también: "la ortodoxia, lo que manda la naturaleza, lo que impone la conducta moral del ser humano es el sexo 'normal'. Frente a estos pronunciamientos me surge una vez más la inquietud de convencerme si vivimos en un país democrático, un estado laico y social de derecho, o seguimos subordinados y dirigidos por una politiquería medieval y retrógrada que avanza hacia una nueva inquisición.
Como si fuera poco, entre sus confusas contradicciones afirma que la homosexualidad es una "condición genética, es una condición vital" pero responde a la pregunta del periodista ¿por qué los homosexuales no pueden tener los mismos derechos de una pareja heterosexual? "porque no son iguales, porque la naturaleza los hizo con un cuerpo distinto, porque tienen una mentalidad diferente". ¿Esto supone que no hay derecho a la diferencia? ¿Debemos ser todos y todas católicos y/o conservadores?. ¿Es Colombia un país de ciudadanas y ciudadanos o de religiosos de un gran monasterio, iglesia o imperio?
Otro de los argumentos de tipo moralista y religioso del senador fue la diferenciación que hizo del "homosexual" y sus "conductas": "una cosa es la persona y otra cosa son las conductas de la persona"; casualmente muy similar a los argumentos que imparten en las iglesias de "Dios ama al pecador mas no al pecado". Lo que sin duda nos muestra que las personas que elegimos para que nos representen y nos gobiernen no lo hacen desde la constitucionalidad. ¿Nuestra Carta Magna es la Constitución de 1991 o la Biblia?
Para finalizar tomo como referencia lo que dijo en la entrevista, donde afirma que lo dicho lo compromete a él y no al partido político al que representa, siendo esto una herramienta fundamental a tener en cuenta para exigir que sea aplicada la Ley Antidiscriminación, que por lo visto desconce, ya que el "ilustre" dice que no dijo nada en contra de una persona sino de las conductas, que sin duda corresponden a un grupo poblacional que ha sido marginado y excluido, y que precisamente el proyecto de ley que se debate es para lograr un reconocimiento de derechos que tienen las demás persnonas de este país, y su oposición puede no ser contra alguien en particular pero sí atenta contra de ciudadanas y ciudadanos que hoy nos sentimos lastimados moralmente.
La nueva Ley contempla penas de uno a tres años y multas económicas que oscilan entre 10 y 15 salarios mínimos a todo aquel que promueva o instigue actos, conductas o comportamientos constitutivos de hostigamiento, orientados a causarle daño físico o moral a una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, por razón de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, sexo u orientación sexual. En el artículo 134 menciona casos de agravación punitiva, tales como; cuando la conducta se ejecute en lugares públicos, se realice a través de medios masivos de comunicación, se dirija contra niño, niña, adolescente, persona de la tercera edad o adulto mayor, o esté orientada a negar o restringir derechos laborales.
Por favor, háganle saber al "honorable senador" que la Comunidad LGBTI de Colombia no lo quiere asustar, que tiene razón en decir que tenemos gran influencia en los medios y en la política, que estamos revolucionando el mundo, pero con la intención de construir ciudadanía plena, igualdad, equidad y reconocimiento de derechos que nos corresponden como a cada ciudadanano. No pedimos derechos especiales, exigimos lo que nos corresponde!
Que no sea vulnerada una vez más la Ley Anti-discriminación.
Descarga la Ley Antidicriminación 1482 en este link:
http://www.legis.com.co/BancoMedios/Documentos%20PDF/ley_1482.pdf
Twitter @GaiaFundacion
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SEXO EXCREMENTAL
Por Jairo Soto Hernández
Vergüenza e impotencia son dos de los sentimientos que alcanzo a recordar de las múltiples sensaciones que tuve al escuchar las deplorables declaraciones del senador costeño, Roberto Gerlein Echeverría, en el debate del Congreso de la República sobre la aprobación del matrimonio igualitario en Colombia. “El sexo entre hombres es sucio, asqueroso, sexo que merece repudio y es un sexo excremental”, señaló Gerlein.
Recordé, de inmediato, aquella declaración de la concejala de Barranquilla, Esther Molinares, que rechazaba el punto 7.6 del artículo 7 del Plan de Desarrollo de la Alcaldía Distrital, que buscaba promover el respeto a la comunidad LGBTI en la ciudad a través de eventos y charlas en colegios para promover la tolerancia. Molinares, en ese entonces, se refirió a los homosexuales de “malditos” y dijo que su posición religiosa le impedía votar o apoyar este tipo de planes. (ver aquí)
Al ver las declaraciones de Gerlein, me llevé las manos a la cabeza y me dije “¿Qué está pasando? ¿Por qué un Senador de la República usa esos términos de rechazo? ¿Dónde está el respeto?”. Es de entender que el Partido Conservador, colectividad a la que Gerlein hace parte desde sus inicios, no tenga una posición favorable sobre este proyecto de matrimonio en parejas del mismo sexo. Pero, ¿el no estar de acuerdo me permite dar una cachetada e insultar con términos nada agradables a un grupo minoritario que busca inclusión?
Mi mamá me enseñó de niño a tolerar a los que son distintos a mí, a ayudar al prójimo y ponerse en sus zapatos. A aceptar sus creencias así sean distintas a las mías. Mi mamá me enseñó lo que es el respeto. Es evidente que el senador Gerlein, que mucho promulgó en su discurso los “valores católicos que lo rigen”, predica pero no aplica lo que su biblia le indica. Más aún, antepone su creencia divina frente a la legislación en un recinto tan importante como el Congreso de la República.
Senador Roberto Gerlein: Excremental y repudiable es el rechazo al que es distinto a mí. Excremental y repudiable es violentar a quien no comparte mi opinión. En un mundo tan globalizado, donde todo cambia y al cual debemos adaptarnos, sus comentarios abren una herida de la que estoy seguro jamás usted se retractará. Y aunque lo hiciera, nadie hará olvidar su nefasta declaración que incita al odio y al rechazo a los que son diferentes a usted y a sus principios. Porque el insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
Twitter @JairoSoto
Tomado de http://www.colectivocaribe.com
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