- Ya existen test rápidos para detectar el VIH, pero menos sensibles -
Una prueba para detectar el VIH, que es 10 veces más sensible y más barato, podría mejorar el diagnóstico del virus del sida en los países más pobres. La prueba utiliza las nuevas técnicas de nanotecnología para obtener un resultado que se puede ver a simple vista, mostrando los resultados en color rojo o azul, según un estudio realizado en el Imperial College de Londres (Gran Bretaña), y publicados en la revista Nature Nanotechnology. «Nuestro enfoque mejora la sensibilidad, no requiere un instrumental sofisticado y es diez veces más barata», explica Molly Stevens, quien dirigió la investigación.
Actualmente ya existen pruebas del VIH rápidas y sencillas que analizan la saliva ya existen, pero sus resultados tienen que ser corroborados posteriormente y su capacidad de detectar el VIH depende de que haya grandes concentraciones del virus en sangre. «Nos gustaría ser capaces de detectar la infección incluso en aquellos casos en los que los métodos anteriores, como la prueba de la saliva, obtienen 'falsos negativos', porque la carga viral era demasiado bajo para ser detectado», dijo.
Además, la prueba también puede ser utilizada para detectar otras enfermedades, tales como la sepsis, la leishmaniasis, la tuberculosis y la malaria.
Pruebas esenciales
Las pruebas no son sólo fundamentales para identificar de forma temprana el virus VIH, sino también para controlar la eficacia de los tratamientos. «Desafortunadamente, los métodos existentes de detección pueden ser demasiado caros para ser empleados en algunas partes del mundo donde los recursos son escasos», dijo Stevens.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2010, de los 34 millones de personas que viven con el VIH, casi 23 millones se encuentran en África subsahariana.
Sensor
El nuevo sistema funciona mediante pruebas de suero, un líquido claro acuoso derivado de muestras de sangre, en un recipiente desechable que detecta la presencia de un biomarcador del VIH llamado p24. Si p24 está presente, incluso en concentraciones mínimas, hace que pequeñas nanopartículas de oro se agrupen en un patrón irregular que convierte a la solución de azul. Un resultado negativo las disgrega en forma de bolas que generan un color rojo.
Los investigadores también utilizaron la prueba para identificar el biomarcador del cáncer de próstata llamada antígeno prostático específico (PSA), que era el objetivo de un trabajo previo que Stevens hizo con colaboradores de la Universidad de Vigo en España. El sensor emplea pequeñas partículas de oro cargada de anticuerpos que se adhieren al marcador en una muestra y produce una capa de plata que puede ser detectada con el microscopio.
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