La experiencia de vida al servicio de los demás

La experiencia de vida al servicio de los demás

“Tu vida comienza a cambiar el día que te responsabilizas de ella” Steve Maraboli

Por: Carlos Bueno*

Para ser parte activa de una sociedad que promueva espacios de reconocimiento y respeto por el otro, lo primero que debo hacer es aceptar que cada ser humano vive experiencias y procesos totalmente diversos y diferentes a los míos. En este sentido y paralelo a la adopción de la gerencia tradicional del concepto Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como contribución de las compañías al mejoramiento social y económico del empleado y la comunidad, encontramos un modelo que parte de la iniciativa de cada individuo y el compromiso de éste con el entorno y sus semejantes.

La responsabilidad social personal es la capacidad de asumir las consecuencias de la decisiones y acciones, como también la gestión consiente de las emociones para aprender de ellas. En este sentido, mi compromiso se sitúa por encima de toda diferencia y se asienta en el interés por ser parte activa de procesos que mejoren la calidad de vida de los más vulnerables desde toda la integralidad de la palabra: aquel que ha sido maltratado física y/o emocionalmente. El amor incondicional exige un total respeto por todos los seres humanos, sin embargo, la experiencia de ponerse en el lugar del otro nunca será fácil ni cómoda, puesto que ésta no se adapta al poder económico y social imperante, con frecuencia discriminatorio. 

Pues bien, la responsabilidad social personal requiere de valores como amabilidad, empatía, perdón, paciencia, gratitud y respeto por todos los seres humanos, los cuales pertenecen a un contexto espacio-temporal que los enmarca en mi propia cotidianidad. Cada acción realizada que promueva el cuidado del planeta y de todo ser vivo, el consumo responsable, el desarrollo humano sostenible o la inclusión de cada hombre y mujer desde su diversidad, requiere de una alta dosis de amor incondicional y bondad amorosa hacia el entorno, generándose aprendizajes, transformaciones y bienestar.  Es mi experiencia de vida al servicio de los demás 

De otra parte, en un mundo homogenizado es fundamental respetar la identidad y las diferencias de los demás comprendiendo que su realidad y mi realidad no son iguales. Y así mismo, lograr que programas y proyectos del Estado, empresas sociales y todos los estamentos de la comunidad le den la importancia debida al ser humano como catalizador de estos procesos de transformación de conciencias y, de igual manera, promover una espiritualidad basada en el amor y el respeto, enseñanzas que predicaron los maestros ancestrales y que en la actualidad enseñan los guías contemporáneos. 

Un buen ejercicio de ciudadanía consiste en asumir una nueva postura tanto en lo público como en lo privado. Y esto se promueve en el entorno y en el quehacer diario, lo cual requiere de un comportamiento responsable frente a la comunidad y sus integrantes. Ejercicio que se desarrolla en la calle, la academia, la empresa y el entorno familiar, cuando mi mirada se vuelve solidaria frente al otro y reconozco la diversidad social, ideológica y sexual, entre otras.

Mi responsabilidad consiste entonces en generar una dinámica de cambios sociales que partan de mi compromiso personal apreciando en mi semejante a un ser con igualdad de deberes y derechos, el cual con toda seguridad anhela una mejor calidad de vida, ser amado y respetado, y de igual manera, ser partícipe de cambios coyunturales que favorezcan a la sociedad civil en general. 

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Carlos Bueno

Comunicador social, especialista en gerencia social, reikista, certificación en mindfulness, coach de vida en formación. Talleres y estrategias de bienestar.

IG: @maobg_70 

IG @carlosbuenobienestar

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