Decida sobre el SIDA y su vida
Por Manuel Antonio Velandia Mora
PhD en Enfermería y cultura de los cuidados.
La infección por el VIH y el sida nos pone ante un amplio espectro de desafíos. El panorama, sobre todo en un momento en que el país le ha dado un gran énfasis a la pandemia de la Covid 19 ha disminuido la ya deficiente estrategia informativa y preventiva, nos hace chocar de frente con una realidad bastante preocupante. Las complejidades para enfrentar el VIH en el país por supuesto se han visto afectadas por la disminución de los recursos, pero en especial por la, ya crónica, desidia estatal.
En Colombia, desde hace varios años poco se habla del sida en los medios masivos de comunicación, el trabajo se ha bajado en mano de las organizaciones de base comunitaria, en especial de las organizaciones lideradas por personas que viven con el VIH y/o con el sida.
En Bogotá se realiza del 28 de noviembre hasta el 4 de diciembre de 2021 la Semana distrital viviendo en positivo. Una semana en la que no sólo se habla del VIH y el sida sino también de la sexualidad en general enmarcada en los Derechos Sexuales Reproductivos y NO Reproductivos. Actividades similares se llevan a cabo en diferentes ciudades del país.
El estudio, realizado por la OMS publicados el 15.07.2021, que abarcó a 15.500 infectados por el VIH y hospitalizados por Covid-19 en 24 países con una edad promedio de 45 años y medio, informó que, más de un tercio tenía una forma grave o crítica de coronavirus. Casi todos (92%) recibían terapia antirretroviral antes de ser hospitalizados. Del total de casos estudiados, casi una cuarta parte (23%) de los pacientes con resultados clínicos documentados murieron en el hospital.
El objetivo de la campaña conjunta de OPS/OMS y ONUSIDA en 2021, basado en el lema “Pon fin a las desigualdades. Pon fin al Sida. Pon fin a las pandemias”, es comunicar sobre el día mundial de la importancia del acceso equitativo a servicios de salud y el fortalecimiento de las acciones en el primer nivel de atención de salud, en especial la prevención combinada del VIH y servicios de tratamiento, así como la promoción del trabajo con las comunidades para alcanzar a las personas más vulnerables al VIH y otras pandemias. La campaña también hace un llamamiento a tomar medidas urgentes que por ahora Colombia no escucha. En Bogotá tampoco se ha avanzado mucho al respecto.
Cuando nos encontramos por primera vez él parecía estar también. Yo sólo pensé en lo maravilloso que sería estar juntos. No teníamos un condón a mano, así que pudo más la calentura y el deseo que la protección. Para ser honestos, a mí el condón siempre me ha parecido un estorbo. Incluso ahora, que sé que mi diagnóstico de reactivo para VIH (positivo), tengo dudas sobre usarlo. Por eso es que estoy pidiendo este apoyo… Porque he escuchado que si uno es indetectable pues ya no es infectante y entonces puede tener relaciones sin condón.
Felipe es bastante distinto de mí. Tan pronto se enteró de la situación me llamó y me informó al respecto. El decidió evolucionar, seguir con su vida adelante y esto ha sido tan sólo un obstáculo. Le ha sido difícil, también es verdad… Yo en cambio me asusté, me aísle los primeros días, incluso tenía la sensación de que, si me miraban, las personas lo notarían. Lo poco que conozco es porque Felipe me lo informó. Él fue quien me recomendó pedir apoyo”. (Javier, 23 años).
Mi propia experiencia
Hace algo menos de una semana decidí hacerme la prueba del VIH no porque pensara que haya tenido una situación real de riesgo, sino también porque como investigador me interesaba conocer de primera mano cómo era la atención a una persona que llega un centro médico y pide la prueba diagnóstica.
Cuando le solicité al médico (general) que me estaba brindando la atención en la EPS Compensar (sede de la calle 42) sobre mi interés en conocer mi estado de seroprevalencia con relación al VIH, lo primero que me preguntó fue sobre mi orientación sexual. Evidentemente yo soy un marica visible, no sólo porque nunca lo he ocultado sino también porque hablo de ello con suma tranquilidad; pero debo decir que este dato sólo es importante en el caso del seguimiento epidemiológico investigativo. La falsa idea de que esta es una enfermedad de los homosexuales hace que los profesionales de la salud no se preocupen por la salud sexual y el riesgo de infecciones de transmisión sexual en las personas heterosexuales.
El médico no tenía conocimientos sobre la obligatoriedad de la EPS en proveer la terapia profilaxis o pre-exposición (PrEP); de ella hablaré más adelante.
Luego de concluida la consulta y ya con una “orden médica” en la mano, me dirigí al punto al que el médico me había informado. Una vez allí, luego de preguntar a varias personas me informaron sobre la necesidad de ir a enfermería en el piso 5º. En este piso pregunté a un grupo de enfermeras que estaban alegremente departiendo en una oficina, una de ellas me indicó que fuera otro piso y que en el pasillo encontraría a una enfermera auxiliar daría información al respecto. Bajé al sitio indicado y no encontré a nadie que me pudiera dar los datos pertinentes. En este momento ya habían pasado 40 minutos.
Me dirigí a un servicio cuyo rótulo nada tenía que ver con mi interés, y una auxiliar que estaba allí me dijo que me debería pedir una cita utilizando el ser vicio virtual de agendamiento, así lo hice y obtuve una cita con una enfermera especializada en el tema.
De una manera “algo fría”, la profesional me hizo las preguntas de rigor para llenar su ficha epidemiológica, debo decir que sentí que yo como persona no importaba, que lo que realmente importaba era la infección.
La enfermera me informó sobre la necesidad de firmar un consentimiento informado y como entiendo perfectamente la función de este documento pues lo firme. Me informó sobre el procedimiento para tomarme la prueba y que está era una prueba de 2ª generación, dando respuesta a una de mis preguntas y me entregó una copia impresa del consentimiento.
Salí de su oficina en el 5º piso y me dirigí directamente a laboratorio para solicitar la realización de la prueba. En el ascensor pude leer el consentimiento informado. Debo decir que técnicamente me “emputé”, cuando leí en el consentimiento por mí firmado, que en caso de ser necesario yo había autorizado, que:
• La presencia de personal de formación durante el procedimiento;
• la utilización de mis datos con fines de investigación;
• la posibilidad de efectuar registro fotos y o videográfico únicamente con fines académicos y clínicos y siempre en el marco de las políticas de conservación de la intimidad y confidencialidad de la información que se requiere.
Como doctor en Enfermería y cultura de los cuidados, entiendo perfectamente lo que significa un consentimiento informado, yo fui precisamente la persona que hizo el primer consentimiento diseñado para tal fin en Colombia, eso fue en 1991. Tengo perfectamente clara la importancia en la investigación para mejorar la atención y conocer sobre la situación epidemiológica del país. Lo que debo decir y que fue lo que realmente me “emputo”, es que la enfermera nunca me leyó esa información cuando lo ético y correcto es informar de todo el uso que se da la información a los usuarios de los servicios.
Ya en el lugar indicado por la vulneradora enfermera, un chico muy amable, en vez de darme las indicaciones pertinentes, escribió por mí el número de la cédula en un servidor electrónico y obtuve así una cita. Mi lectura sobre este hecho es que existe la idea de que a las personas mayores nos “mama Gallo” la tecnología. En este caso una vulneración adicional por ser mayor.
22 minutos después me llamaron a una ventanilla para autorizar la prueba. Una nueva espera apareció en mi destino. Me cobraron por hacer la prueba, para quienes estén interesados es importante informar que la Secretaría de salud de Bogotá tiene diferentes puntos y de manera permanente dispuestos en la ciudad para que las personas tomen la prueba gratuitamente.
27 minutos después me llaman para que pasara a un cubículo para la toma de la sangre. La chica que debería atenderme me dijo que estas muestras las tomaba una persona especializada. Extraño porque su trabajo es precisamente extraer muestras de sangre.
Debí esperar 12 minutos más a que la auxiliar especializada me brindara por fin la atención solicitada. Extrañamente la prueba no era de 2ª generación si no de 3ª, lo que quiere decir que la enfermera que maneja el programa ni siquiera tiene conocimiento de cuál es la prueba que se realiza.
Fue una prueba rápida. En estas pruebas con un pequeño punzón te hacen una micro perforación y toman la muestra en un tubo capilar de vidrio; mejor dicho, en un tubito muy delgadito, así que no es mucha la sangre que deben tomar. La sangre del tubito es depositada en el recipiente del test rápido y le agregan un disolvente. La auxiliar me informó que en una hora darían el resultado. Éstas bien particular porque las pruebas rápidas dan los diagnósticos en muy pocos minutos.
Por si tienes algún interés el resultado de mi estado de seroprevalencia sigue siendo no reactivo para VIH (negativo).
¿Cómo se realiza una prueba rápida?
Para el diagnóstico de la infección por el VIH se realiza primeramente una prueba de cribado y, si el resultado es positivo, se realiza una prueba de confirmación.
La prueba de cribado más común es la técnica de Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay (ELISA). Actualmente existe ya la técnica ELISA de cuarta generación, que detecta a la vez la presencia de anticuerpos (anti-VIH-1 y anti-VIH-2) así como del propio virus (de antígeno p24 del VIH-1). Además, reduce a dos-cuatro semanas el tiempo entre la adquisición de la infección y la detección de un resultado positivo al VIH. Muy seguramente para abaratar costos en la EPS hace una prueba de 3ª generación, la de BioLine SD HIV-1/2 3.0. Aquí cabe señalar que las personas se les debe informar sobre el tejido de ventana inmunológica, es decir, el acto de tiempo que debe haber pasado entre la situación considerada infectante y el momento en que ya es posible la detección de anticuerpos para el VIH.
Hasta ahora las técnicas ELISA de tercera generación solo detectaban la presencia de anticuerpos. Existen también pruebas rápidas de cribado. Esta la razón por la que en la EPS deben hacer una prueba confirmatoria a quien tenga un diagnóstico reactivo. Se las llama así porque son capaces de ofrecer un resultado en 30 minutos. Se pueden realizar a partir de diferentes fluidos corporales, como sangre, suero, plasma y fluido oral.
Una de las ventajas de las pruebas rápidas es que además se pueden realizar sin necesidad de instrumentos de laboratorios, por lo que se pueden hacer en múltiples sitios, por ejemplo, en organizaciones que brindan apoyo y prevención frente al VIH.
Por si te interesa conocer algo sobre la infección por VIH y el SIDA:
VIH significa virus de inmunodeficiencia humana.
Sida significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
El VIH se transmite a través del contacto sexual genital con una persona infectada. El virus está presente en los fluidos corporales semen, líquido lubricante el pené, menstruación, secreción lubricante vaginal, sangre y leche materna. No está presente la saliva, sudor, lágrimas, cerumen, caspa, mocos ni esmegma.
También se puede adquirir el VIH al compartir agujas con una persona infectada, a través de transfusiones de sangre de personas que tengan el virus o a través de una madre que esté infectada y le transmita la enfermedad a su bebé, generalmente esto ocurre en el periodo de gestación o durante el parto. El control médico de la preñez y el seguimiento oportuno en caso de infección disminuye considerablemente el riesgo de infección para el producto de la gestación.
Las personas infectadas con VIH pasan por tres etapas de infección:
Infección aguda o síndrome retroviral agudo: Puede producir síntomas similares a los de la gripe en el primer mes después de la infección. Las personas presentan diarrea profusa por más de 3 semanas, pérdida de peso, rash (Las petequias son pequeñas púrpuras de color oscuro o puntos de color rojo)
• Latencia clínica o infección asintomática por VIH: es cuando el VIH se reproduce en niveles más bajos.
• Sida: Es cuando la cantidad de células CD4 cae por debajo de 200 células por milímetro cúbico de sangre (a diferencia del nivel normal de 500-1.500).
• Tanto el VIH-1 como el VIH-2 pueden causar sida. El VIH-1 es el virus de inmunodeficiencia humana más común; El VIH-2 se encuentra principalmente en África occidental.
La terapia antirretroviral (ART)
Las personas que han sido diagnosticadas viviendo con el VIH toman un cóctel de medicamentos contra el VIH, llevando a quien las toma apropiadamente y aproximadamente en 3 meses a un nivel indetectable de la presencia del VIH. Cuando las personas son indetectables, es decir, NO pueden transmitir el virus otras personas.
En Colombia todas las personas tienen el derecho a la formulación de la terapia antirretroviral. Incluso las personas que no tienen sin semanas en la seguridad social tienen el derecho a que se les provea y si están utilizando los servicios del SISBEN en salud (Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales, que permite clasificar a la población de acuerdo con sus condiciones de vida e ingresos. Esta clasificación se utiliza para focalizar la inversión social y garantizar que sea asignada a quienes más lo necesitan), igualmente tienen derecho a la medicación.
Terapia profilaxis o pre-exposición (PrEP)
Son medicamentos que toman las personas que están en riesgo de infección por el VIH para prevenir contraerlo a través de las relaciones sexuales o el consumo de drogas inyectables. Cuando se toman según las indicaciones, los medicamentos de la PrEP son altamente eficaces para prevenir la infección por el VIH.
En Colombia las personas tienen derecho a la PrEP. La Guía de Práctica Clínica (GPC) basada en la evidencia científica para la atención de la infección por VIH/SIDA en personas adultas, gestantes y adolescentes. Guía Completa 2021, del Ministerio de salud de Colombia así lo informa.
Algunos datos sobre las cifras del sida en Colombia
Según los informes de la Notificación de casos de VIH - SIDA, periodo epidemiológico de noviembre 28 de 2021, en el comparativo Colombia 2018 – 2021, publicado por el Instituto Nacional de Colombia el número de personas infectadas ha subido en un 30,9 % comparado con la notificación del mismo periodo del 2020. Según puede observar se en la gráfica adjunta.
El 81,0 % por ciento de los casos se presenta en hombres, con un equivalente a 36,6 casos por cada 100.000 hombres. Es decir, 2220 nuevos casos. En mujeres se han presentado 365 casos y ellas representan el 14,1% de la población infectada. Los fallecimientos han ocurrido en 119 personas. En Colombia es poco frecuente la infección intravenosa, en usuarios de drogas inyectadas NO se han presentado casos, y con relación a las gestantes se han presentado 11 casos.
En Cali, en este mismo periodo se han presentado 854 casos que representan el 37,7% de los casos del país. En Risaralda: 349 casos (36,0); Bogotá, D.C.: 2795 casos (35,7%); Cartagena: 356 casos (34,1%).
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