¿Dos papás, un hijo biológico? La ciencia desafía los límites de la reproducción humana
Por Redacción OrgulloLGBT.co
La idea de que dos hombres puedan tener un hijo biológico sin necesidad de un óvulo donado ya no pertenece al terreno de la ciencia ficción. Un grupo de científicos japoneses ha dado un paso sin precedentes que podría transformar profundamente nuestra comprensión de la biología reproductiva y, en especial, las opciones de paternidad para las parejas del mismo sexo.
foto vía https://www.lgbtqnation.com/
Del laboratorio al futuro: cómo funciona
El hito fue logrado por el equipo del profesor Katsuhiko Hayashi, de la Universidad de Osaka, quien logró crear óvulos funcionales a partir de células de la piel de ratones machos. A partir de esos óvulos —derivados genéticamente de un macho— se fertilizó con esperma de otro macho, dando como resultado crías vivas. Aunque la técnica aún está lejos de aplicarse en humanos, el precedente ya está puesto.
El procedimiento comienza con la reprogramación de células somáticas masculinas (como células de la piel) para convertirlas en células madre pluripotentes inducidas (iPSC). Luego, los científicos eliminan el cromosoma Y y duplican el X, generando una célula con código genético femenino (XX). En condiciones de laboratorio específicas, estas células pueden madurar hasta convertirse en óvulos funcionales, listos para ser fertilizados.
Lo que esto significa para las parejas del mismo sexo
Este avance podría abrir las puertas a que parejas de hombres puedan tener hijos con material genético de ambos, sin necesidad de recurrir a una donante de óvulos. Hasta ahora, la única alternativa posible ha sido la gestación subrogada con óvulos donados. Si esta técnica se perfecciona en humanos, hablaríamos de una revolución biológica y cultural.
Para muchas familias LGBT+, el sueño de una paternidad compartida biológica podría estar más cerca que nunca.
La realidad actual: entre la promesa y los límites
Pese al entusiasmo que genera esta noticia, la tecnología todavía se encuentra en fase experimental. En el experimento con ratones, solo 7 de 630 embriones implantados dieron lugar a crías viables. Y aunque esas crías crecieron sanas y fueron fértiles, la eficacia aún es baja, y los riesgos genéticos son significativos.
El salto a los seres humanos implica superar barreras complejas: anomalías cromosómicas, inestabilidad epigenética e interrogantes éticos sobre la manipulación de células germinales. Aún no se ha creado un óvulo humano funcional a partir de células masculinas, aunque se han dado pasos alentadores en el cultivo de células germinales humanas a partir de iPSCs.
Un debate que apenas comienza
La posibilidad de editar genéticamente células para producir descendencia plantea dilemas bioéticos profundos: ¿hasta dónde podemos intervenir en la naturaleza? ¿Estamos preparados como sociedad para asumir los riesgos y consecuencias de este tipo de avances? ¿Qué marcos legales y éticos deben construirse?
Las implicaciones no se limitan a la comunidad LGBT. Este tipo de avances podría cambiar la forma en que concebimos la reproducción humana en general: parejas con problemas de fertilidad, personas trans, incluso personas solteras podrían, en un futuro no tan lejano, crear descendencia sin necesidad de una pareja del sexo opuesto.
El futuro ya no es hipotético
Aunque la técnica podría tardar al menos una década en probarse en humanos —si es que llega a aprobarse—, estamos presenciando un cambio de paradigma. Lo que hasta hace poco parecía imposible, hoy está siendo discutido en revistas científicas de primer nivel y en laboratorios de renombre.
No se trata solamente de un avance médico. Es un recordatorio de que la ciencia puede —y debe— contribuir a derribar barreras que han limitado la posibilidad de formar familias diversas.
Desde OrgulloLGBT.co, seguiremos de cerca esta evolución científica que no solo habla de células y genética, sino también de igualdad, derechos y el deseo profundo de amar y crear vida.
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