Opinión: Es necesario aprender del buen ejemplo de la comunidad LGBTIQ+
El pasado domingo 29 de junio la comunidad LGBTIQ+ en Bogotá le dio la lección a la sociedad de todos los estratos en la ciudad de cómo hacer una manifestación sin tener que acudir a las agresiones físicas y/o verbales.
Marcha del orgullo Foto: (EPA) EFE - Francisco Guasco
Por Óscar Sevillano
Las paradojas que tiene la vida, porque justamente una población que ha sido víctima de discriminación en todos los espacios de la vida de los seres humanos, que además ha tenido que soportar los odios de los creyentes cristianos y católicos radicales, y que ha visto como a muchos de sus integrantes les han torturado y hasta asesinado, les haya dado ejemplo a quienes se hacen llamar como “gente de bien”, cómo hacer una marcha sin causar ningún tipo de daño al otro.
Ahora que todos los políticos tanto de oposición como de gobierno hablan de bajar la agresividad, cosa que hasta el momento no han hecho ni han cumplido, y citan a marchas no para dar a conocer sus inconformidades sino para sacar lo peor del ser humano, deberían seguir el ejemplo de una comunidad de personas que pidieron garantías para vivir su día a día sin tener que esconderse, y no agredieron a nadie, ni verbal ni físicamente.
Más bien por el contrario,
hicieron de su marcha toda una fiesta,
toda una celebración.
Para nadie es un secreto la razón por la cual la comunidad LGBTIQ+ marcha una vez al año. Todos sabemos que lo hace no solo para exigir respeto por su identidad sexual, que, por supuesto debe vivirse de manera abierta sin que sea motivo de burlas, sino además para que se les garantice sus derechos al trabajo, a la educación y a todo lo que significa una vida digna.
Desde que tengo conocimiento de este hecho, jamás he visto que ninguno de sus miembros aproveche el momento para lanzar ataques verbales o físicos a ninguno de sus contradictores, que valga decirlo, son muchos.
Con su manifestación el pasado domingo 29 de junio, la comunidad LGBTIQ+ en Bogotá demostró que se puede exigir respeto por los derechos sin tener que irrespetar los del otro.
Insisto, ojalá que los que a toda hora dictan clases de moral y buen comportamiento sigan el ejemplo de esta comunidad.
Óscar Sevillano
periodistasevillano@gmail.com
04 de julio de 2025 vía El Espectador
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