Las principales asociaciones favorables a la ley del matrimonio homosexual en Francia han salido a la calle para respaldar la causa que será debatida el próximo martes.
Los organizadores de la marcha aseguran que la manifestación de no es una respuesta a la que el pasado día 13 reunió en París a 340.000 personas, según la policía, una cifra que los convocantes elevan hasta el millón. Pero será inevitable hacer comparaciones dado el debate que la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo ha levantado en el país.
"No es lo mismo manifestarse contra algo que a favor de algo", ha asegurado la portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, que puede ser uno de los rostros políticos que desfile por las calles de París.
Para el portavoz del colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT), Nicolas Gougain, el auténtico fin de la manifestación es "recordar al Gobierno sus compromisos" ante la presión de los contrarios al texto, que fueron recibidos por el presidente, François Hollande, en el palacio del Elíseo el pasado viernes.
En una entrevista que publica el dominical 'Le Journal du Dimanche', la ministra de Justicia, Christine Taubira, autora del proyecto de ley, ha asegurado que con esta iniciativa el Gobierno regulariza "una realidad social y humana" y que el texto "va a proteger a las familias y los derechos de los niños". Porque es precisamente el derecho a la adopción el punto que más controversia despierta y donde la opinión de los franceses, ampliamente favorables a los matrimonios homosexuales, está más dividida.

En la manifestación parisina está previsto que participen el alcalde de París, Bertrand Delanoë, la líder ecologista y ministra de la Vivienda, Cecile Duflot, el líder del Partido Socialista, Harlem Désir, o el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, entre otros políticos.
El mundo artístico, por su parte, ha convocado un acto para en el teatro Rond-Point de la capital en apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, al que tienen previsto asistir la primera dama, Valérie Trierweiler, y el ministro del Interior, Manuel Valls.
Tomado de EFE | la Sexta.com
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