Colombia, 6 de Octubre de 2016.
¡GUERRA NUNCA MÁS!
¡¡PAZ YA!!
Nos convoca el amor por nuestro país y por quienes han sufrido la guerra; creemos en la esperanza de construcción de un futuro mejor para todos y todas, y por ello nos mantendremos unid@s y en movilización permanente en la defensa de la paz. La extraordinaria jornada vivida en muchos sitios del país el pasado 5 de octubre, convocada y desarrollada por los y las jóvenes nos inspira.
Nos convoca el compromiso con las víctimas del conflicto armado, centro del acuerdo alcanzado en la Habana, y quienes nos han dado una lección de resistencia y capacidad de perdón que anticipan un futuro de reconciliación. Rodeamos el acuerdo alcanzado en la Habana y reconocemos el esfuerzo que durante 5 años realizaron las FARC – EP y el gobierno para llegar al cierre de una negociación que va a permitir la construcción de una paz estable y duradera.
Nos convoca el amor por nuestro país y por quienes han sufrido la guerra; creemos en la esperanza de construcción de un futuro mejor para todos y todas, y por ello nos mantendremos unid@s y en movilización permanente en la defensa de la paz. La extraordinaria jornada vivida en muchos sitios del país el pasado 5 de octubre, convocada y desarrollada por los y las jóvenes nos inspira.
Nos convoca el compromiso con las víctimas del conflicto armado, centro del acuerdo alcanzado en la Habana, y quienes nos han dado una lección de resistencia y capacidad de perdón que anticipan un futuro de reconciliación. Rodeamos el acuerdo alcanzado en la Habana y reconocemos el esfuerzo que durante 5 años realizaron las FARC – EP y el gobierno para llegar al cierre de una negociación que va a permitir la construcción de una paz estable y duradera.
Reafirmamos que la
Paz es de todos y todas y debe ser construida con la amplia participación de la sociedad y por tanto
no permitiremos que el país vuelva a la guerra. Proponemos generar una amplia convergencia de
fuerzas y sectores sociales, políticos y económicos, en un gran diálogo por la Paz. Convocaremos
para ello, a la mayor brevedad, una Cumbre Nacional de Paz que de forma y contenidos a ese
diálogo.
Los resultados del plebiscito el pasado 2 de octubre, y la crisis que estos resultados han desatado,
no pueden convertirse en la oportunidad para renegociar los acuerdos entre élites políticas, ni para
hacerles modificaciones sustanciales.
Demostradas las bondades del cese bilateral al fuego y de hostilidades, exigimos que este se
mantenga y reiteramos el llamado – con agradecimiento y reconocimiento - a la comunidad
internacional y al sistema de Naciones Unidas, para que continúe con el apoyo y acompañamiento a
la paz de Colombia. Insistimos en que se avance en la apertura de la fase pública de las
negociaciones entre el Gobierno Nacional y el ELN, como camino hacia la construcción de una paz
completa, y que se inicien diálogos con el EPL.
Trabajaremos para que una amplia acción conjunta, abierta y plural por la paz, reafirmando los
acuerdos de la Habana, siga movilizando a la ciudadanía en el país y en el exterior; nuestra bandera
es la bandera blanca de la paz.
Hacemos un llamado al Congreso de la República para que su compromiso con los acuerdos y con
la paz les lleve a actuar en consecuencia, legislando para la paz. Y llamamos también al Presidente
de la República para que convoque al conjunto de la Institucionalidad para sincronizar una sola voz
de certeza para la necesaria salida favorable en estos momentos de dificultad por los que atraviesa
el país.
Respaldamos, y potenciaremos todo esfuerzo encaminado a promover la construcción territorial de
paz, y las diversas apuestas ciudadanas de movilización y deliberación que inundan las ciudades,
así como el que realiza la cumbre de Gobernadores y Alcaldes por la paz.
Hacemos un llamado a la Colombia de todos y todas, a quienes votaron y a quienes no lo hicieron, a
la Gran Movilización y expresión ciudadana Nacional por La Paz el 12 y 14 de Octubre, en una
sola voz; que se contagien los corazones, que se activen y salgamos a las calles por nuestro país.
Es el momento de confiar en la capacidad y el entusiasmo de los miles de jóvenes, hombres y
mujeres que se movilizaron ayer, de las y los trabajadores, de las y los campesinos, de la población
LGBTI, de los y las indígenas, de las personas con discapacidad, de los y las afrocolombianas, de
los y las defensoras de derechos humanos y de las victimas, para transitar por una ruta ciudadana
hacia la paz.
El otorgamiento del Premio Nobel de Paz al Presidente Santos es un aliciente adicional y representa
el espaldarazo de la comunidad internacional al esfuerzo para lograr ¡Acuerdos Ya!
Colombia toda es territorio de paz, no puede dar un paso atrás, desde hoy la pasión del país será
luchar por que cese la horrible noche para siempre y no vuelva más.
QUE SE ACABE LA GUERRA, ¡QUEREMOS LA PAZ!
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