Para Francisco del Toro, el cineasta cristiano, las parejas del mismo sexo están “dañando a la sociedad”
MÉXICO.- “¿Por qué todos los niños tienen una mamá y un papá y yo tengo dos papas”. El niño argumenta y llora como suele ocurrir en las telenovelas mexicanas pero en cine: exagerado y dramático para dejar bien clara la postura del director de la película Pink, adopción gay, ¿acierto o error?
Para Francisco del Toro, un cineasta cristiano oriundo de Saltillo, Coahuila, las parejas del mismo sexo están “dañando a la sociedad” y no tiene reparos en sustentarlo en el largometraje que se estrenó el pasado 4 de marzo con una campaña de apoyo del grupo conservador Cristo Vive y hasta de la cantante Yuri, quien la recomendó en su cuenta de la red social twitter.
En contra, en el portal Change.org se promueve una campaña para que se quite de cartelera en las 250 salas de la empresa Cinemex (FIRME AQUÍ), una de las más poderosas en el ramo; Cinépolis rechazó la exhibición. Hasta el día de hoy se han recopilado 14,417 firmas.
“La película está plagada de estereotipos y clichés que fomentan la estigmatización de la comunidad gay”, argumentó Mauricio Delgado, quien inició la colecta de signaturas en Change.org.
Los estereotipos reflejados en el filme describen a los homosexuales como personas pachangueras, infieles y promiscuas que tarde o temprano son castigados por la furia divina.
Por “la indignación del cielo” uno de los protagonistas que hace el papel de papá gay adquiere el VIH e intenta suicidarse mientras su pareja se vuelve heterosexual gracias a los estudios de la biblia; un abogado que defiende a la libertad sexual ve a su hijo convertirse en “amanerado” y el niño adoptivo es rechazado socialmente.
“Claro que un hijo adoptado por gays puede volverse homosexual porque un niño absorbe como una esponja los usos y costumbres del hogar”, dijo Del Toro en entrevista radiofónica a la que acudió con biblia en mano para reforzar la posición de su obra inspirada en los “dictados del señor”.
Para analistas e intelectuales como el también cineasta Sergio del Tovar la película Pink “carece de fundamentos científicos” sobre la influencia de los padres en la sexualidad de los hijos y “se limita a tomar un caso y mostrarlo como representativo”.
El internacionalista Genaro Lozano, catedrático de la Universidad Iberoamericana, advirtió que se debe dejar a un lado la tentación de pedir la censura de la película y dejar que caiga por su propio peso. “Por los malos argumentos que tiene se quedará simplemente como una mala película que vendió en su estreno de fin de semana sólo 35,000 boletos cuando normalmente se venden seis millones”.
Frente a tal situación, la comunidad lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGTB) está atenta a la influencia que puede tener la película en los congresos de los estados donde se discute la aceptación del matrimonio entre personas del mismo sexo como Morelos.
Actualmente sólo la Ciudad de México permite la adopción de hijos a los matrimonios gay desde el año 2009. En todo el país, el 50% de la población aprueba el matrimonio igualitario, pero el 70% se opone a la adopción, según datos de la casa encuestadora Parametría.
Tomado de http://www.laopinion.com/
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