Activista gay que fue asesinado es recordado con esta carta por su pareja.
Hace nueve años, Rolando Pérez murió en Cartagena tras ser golpeado con sevicia en su rostro. Edgar Plata, en ese entonces su pareja, lo recuerda con este escrito.
23 feb. - 9 años de impunidad en el asesinato de Rolando Perez, inspirador
de Caribe Afirmativo.
Rolando…
Escribirte después de tantos años se me hace cotidiano, solo es pasar los pensamientos al papel, dejar garabateados las sensaciones y deseos que teníamos. Lo único difícil es no tenerte noticias de justicia, nada puedo escribirte porque nada me dice ni ha hecho la Fiscalía, falsas promesas cada año en tu aniversario, diciendo que están avanzando en el caso, pero días después otra vez el silencio resuena.
Quizá repetiré varias veces en este texto la palabra ausencia, en un escrito lleno de interrogantes, de puntos suspensivos y de pie de páginas citando a la gente que nos rodeaba y que aun hoy te quieren y recuerdan. Tu muerte ha impulsado a muchas y a muchos a vencer el miedo, a luchar. Claudia, Lisseth, Juan y otros más hemos exigido sin miedo al mundo respeto por la diferencia. Incluso una Organización, Caribe Afirmativo, surgió como oasis en el desierto a la hora de tu partida para pedir verdad, justicia y reparación y visibilizar cómo la homofobia y los prejuicios sociales atemorizan, ante la mirada impotente de la autoridad.
Ser tu pareja por tantos años fue lo mejor que me pasó, tener una vida contigo, compartir nuestra casa, construir un hogar, soñar juntos en proyectos para salir adelante en Cartagena, apoyados por nuestras familias, en un país que en aquella época tenía menos garantías que hoy, nos tocaba pasar desapercibidos, no exigir nada para la relación, porque éramos dos hombres que se amaban, fue todo un acto heroico, qué feliz me hace.
Si una mano infame no hubiese acabado con tu vida, estoy seguro que hoy estaríamos viendo la opción de adoptar que tanto anhelábamos, estaríamos formalizando nuestra relación ante un juez con todos los derechos del matrimonio, nos hubiésemos afiliado juntos al sistema de seguridad social, aguardaríamos juntos con ilusión la pensión para disfrutar con alegría y en pareja nuestra vejez, tendríamos nuestros bienes compartidos y la certeza de que la ley garantizaría que el beneficio de uno, alcanzaría al otro. El tiempo que nos quitó lo habríamos invertido en continuar viajando a Cuba, celebrando tu cumpleaños, las noches de amigos con trova cubana y música de los ochenta, el Festival de Cine de Cartagena, la playa y nuestro espacio en la ciudad vieja, que construimos con tanto amor.
Dicen que el tiempo solo pasa para los mortales, pero para mí sigue detenido en la impunidad de tu asesinato, más de 3.825 días sin el más leve interés por parte de los organismos del Estado, en una sociedad donde parecía y parece un delito amarse entre personas del mismo sexo, como lo expresó irresponsablemente el Coronel Mena (hoy general), cuando yo, en medio del dolor que me produjo tu muerte, le respondí al policía que me interrogaba que era tu pareja. Cómo el prejuicio diluyó un levantamiento y una investigación.
Pero aquí estoy y estaré Rolando, soñando contigo y, como tú, que la justicia es el mejor premio a tantos años de amor y de construcción generosa de familia que tú y yo construimos.
Att. Edgar Plata
Publicada en El Espectador
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