El 29 de enero de 2015 la vida Amir Ashour cambió por completo, pues tomó la decisión de abandonar su hogar en Suleimaniya, una provincia de Kurdistán, un estado autónomo de Iraq. La ida de su lugar de origen se generó después de que de manera reiterada su vida corriera peligro ante los insistentes ataques de corte homofóbico a los que se enfrentaba.
“Ser homosexual me hizo centrarme en los derechos LGBT+ en Iraq, un grupo que fue descuidado por todos, incluida la mayoría de los activistas de derechos humanos”, declaró el activista.
Amir Ashour. Imagen de the Independent.
Las situaciones a las que se enfrentaba lo llevaron a pedir asilo en Suecia. Su huida no se tradujo en el olvido de las adversidades que enfrentaban las personas LGBT en Iraq; por el contrario marcó un antes y un después de su labor activista.
La mayoría de la población iraquí profesa el Islam, una religión cuyas vertientes más populares incluyen condenas explícitas en contra de las relaciones entre personas del mismo sexo. De acuerdo con Amir, el particular odio hacia las personas LGBT en el país es una mezcla de fanatismo e ignorancia.
“Los líderes religiosos fundamentalistas han sido los impulsores de todas las campañas de asesinatos e información odiosa y engañosa sobre las personas LGBT”, relata el joven.
Amir Ashour. Imagen de Out.
En 1995, en el país se creó un grupo paramilitar cuyo único objetivo era identificar, torturar y ejecutar personas LGBT. Con el pasar de los años y con la caída de Sadam Hussein, la comunidad LGBT comenzó a tener un poco de libertad, pero en los últimos años los ataques de grupos paramilitares comenzaron a incrementar de nuevo.
Pese a que la homosexualidad fue despenalizada en Iraq, la presencia de algunas ramas del Estado Islámico pone en extremo peligro a las personas LGBT, quienes padecen tortura y ejecuciones a manos de estas agrupaciones. Además la inacción del gobierno no contribuye al cese de la violencia.
Resistencia, otra oportunidad para la vida
Ser abiertamente homosexual imposibilita que Amir vuelva a su hogar; no sólo por el prejuicio hacia su sexualidad, sino también porque dirige un movimiento de oposición al régimen social.
“Nací y crecí allí, fui a la escuela y trabajé allí, tengo a la mayoría de mis seres queridos allí. Pero no puedo regresar porque elegí ser público acerca de quién soy y qué represento. ¿Tememos tanto la diversidad que estamos dispuestos a matar a otros que son diferentes de nosotros?”.
Este joven activista creó IraQueer, la primera y única organización civil que lucha por los derechos de las personas LGBT; lo cual convierte a Amir en el líder del primer movimiento LGBT en la historia pública del país.
Amir Ashour. Imagen de 20 minutos.
“En IraQueer estamos conectados con muchas personas queer que también creen en la religión y no ven ninguna razón por la cual ambas identidades no puedan existir dentro de la misma persona”, señala Amir.
Esta asociación se encarga de producir y distribuir información ética y científica en torno a la diversidad sexual y la identidad de género con la misión de erradicar los estigmas que imperan en la sociedad iraquí. Además, ayuda a las personas LGBT del país a encontrar refugio en lugares seguros que los resguarden de las agresiones homofóbicas.
“La decisión de ser más visible y abogar por mis derechos y los de las personas como yo fue la mejor decisión que tomé en mi vida. Soy exactamente lo que quiero ser y por eso soy capaz de concentrarme para crecer y perseguir mis objetivos, en lugar de esconderme y preocuparme por lo que otras personas piensan”.
Amir relata que con el pasar de los años ha aprendido que el hogar no es un lugar sino un sentimiento, esta es una razón que lo motiva a seguir luchando y a continuar exigiendo a otros Estados que ayuden a las personas LGBT de Iraq mediante la acogida de inmigrantes provenientes de Iraq y el involucramiento de las embajadas en temas relacionados con las personas LGBT.
El activista invita a las personas a donar a su organización para seguir brindando apoyo a la población LGBT de Iraq más necesitada y para construir conocimientos que coadyuven a destruir los obstáculos de la ignorancia.
Pese a todo, uno de sus objetivos es poder pisar su país sin temor a ser agredido, para ello trabaja desde la sociedad civil organizada.
Con información de El País, Indy 100 y Step Feed.
Desastre.mx
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