La profesora Andrea Gómez Ospina
Hay polémica en Tuluá por la llegada de un docente transgénero a una institución educativa oficial donde padres de familia, a través de insultos, le pidieron abandonar las aulas de clases porque dicen que sus hijos ya están traumatizados al observarlo y escucharlo hablar. La situación fue denunciada por varios padres de familia por medio de una carta, donde pidieron a la Secretaría de Educación retirar a la persona de la institución.
Willington Rodríguez, secretario de Educación de Tuluá, dijo que se deben proteger tanto los derechos de la docente como de los estudiantes.
Por su parte, Andrea Gómez Ospina, quien es la docente transgénero, reclamó mayor apoyo del Ministerio de Educación pues en varias oportunidades ha sido víctima de ataques físicos y verbales. Además, ha denunciado que en la actualidad no cuenta con un esquema de seguridad.
“Yo asumí una identidad de género desde los seis años. Hace 54 años lo asumí. Solo cambié de nombre ante la Registraduría y de sexo pero de una letra M a una L. Yo soy transgenero, no transexual“, explicó Andrea Gómez, desmintiendo a las personas que dicen que su cambio se dio recientemente.
Este caso fue llevado ante el secretario de Educación de Tuluá, Wilintong Rodríguez, quien advirtió que la docente no podrá ser trasladada a ninguna otra institución educativa de la zona porque no cuenta con más plazas disponibles. De esta manera, invitó a los padres de familia a ser más respetuosos y a no incentivar a sus hijos a que discriminen a su docente asignado.
La profesora Andrea Gómez Ospina
“Durante 24 años trabajé en la zona rural de la montaña alta de Tuluá y allí algún padre de familia me agredió con arma de fuego; me hizo dos disparos que por fortuna no impactaron en mi humanidad. -La situación hizo- de mi una persona más fuerte. Por eso estoy rompiendo el silencio“, argumentó Gómez sobre su caso, que se ha complicado con el paso del tiempo y por el que ha pedido el apoyo de las autoridades.
“Yo me presento ante los niños con mi nombre legal. ¿Cómo le digo hoy a esos niños que me llamo Andrés y en ocho días o un mes que me llamo Andrea? No tendría fuerza moral para decirles mentiras“, agregó la docente afectada, explicando además que físicamente no llama la atención ni viste nada extravagante.
Por ahora la Junta de Padres ha señalado que se reunirán a las afueras de la Institución Educativa María Inmaculada para no permitir que el profesor ingrese a dictar clases. Entre tanto, la comunidad LGTB ha pedido que se respeten los derechos de la profesora y se traslade a otra institución donde no se vulneren sus derechos.
Fotografías suministradas a LA FM.
Vía https://www.lafm.com.co
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