Violencias contra mujeres y niñas: ¡basta!
¿Sabías que al menos una de cada tres mujeres (35%) experimentará algún tipo de violencia a lo largo de su vida? Esto equivale a más de 1.000 millones de mujeres en todo el mundo.
Ha llegado el momento de decir "basta". Queremos poner fin a las violencias contra mujeres y niñas.
Violencia masiva: algunos datos
El 30% de las mujeres experimentará violencia a manos de su actual o anterior pareja a lo largo de su vida. En algunos países, hasta un 70% de las mujeres.
Más de 700 millones de mujeres han sido forzadas al matrimonio infantil. Más de una de cada tres, antes de los 15 años.
200 millones de mujeres y niñas han sufrido mutilación genital, la mayoría antes de los 5 años de edad.
Casi la mitad de las mujeres que fueron asesinadas en todo el mundo en 2012 lo fueron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia, en comparación con el apenas 6% de los hombres ese mismo año.
Violencia y pobreza: un círculo vicioso
Creemos que las violencias contra mujeres y niñas son uno de los obstáculos más importantes en nuestra misión para poner fin a la pobreza.
No solo destrozan las vidas de las mujeres y dividen a sus comunidades, sino que además socavan los esfuerzos en el ámbito del desarrollo y la construcción de democracias más sólidas y sociedades más justas y pacíficas.
La violencia condena a las mujeres y a las niñas a la pobreza, limitando sus elecciones y su capacidad para acceder a la educación, obtener ingresos y participar en la vida pública y política. La pobreza les expone a un mayor grado de violencia y a la falta de opciones cuando ésta se produce.
Únete y di ¡Basta!
Podemos cambiar las creencias arraigadas y que tan daño hacen. Podemos desaprender lo aprendido. Ha llegado el momento de que todas las personas –mujeres, hombres, niñas y niños– y las instituciones públicas digamos "basta". Ha llegado el momento de acabar con las violencias contra mujeres y niñas.
MÁS INFO
https://www.oxfam.org//
http://www.sayenoughtoviolence.org/
¡Basta! Nueva campaña de Oxfam para erradicar las violencias contra mujeres y niñas
La desigualdad de género es tanto causa como consecuencia de las violencias contra las mujeres y las niñas. Este es el mensaje principal de la nueva campaña internacional de Oxfam ¡Basta! Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas, cuyo objetivo es poner fin a una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas.
Una de cada tres mujeres sufrirá violencia a lo largo de su vida. La violencia contra las mujeres y las niñas es una lacra global que no conoce fronteras geográficas o culturales. Sin embargo, las mujeres en situación de exclusión, entre ellas las mujeres y niñas pobres, son el colectivo más vulnerable a este tipo de violencia.
Las mujeres y las niñas padecen violencia a lo largo de toda su vida: más de 700 millones se han visto forzadas al matrimonio infantil, 200 millones han sufrido mutilaciones genitales (la mayoría antes de los cinco años de edad) y un 30% experimentará violencia en el ámbito familiar. Diversos estudios han concluido que el nivel de violencia es más elevado entre las mujeres que soportan múltiples formas de discriminación, por ejemplo las mujeres indígenas, lesbianas y bisexuales, o discapacitadas.
Esta violencia es la forma de discriminación de género más extrema y está radicada en la desigualdad y en la creencia de que es aceptable tratar de esta forma a mujeres y niñas. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ha afirmado: "Cada minuto, la violencia devasta la vida de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. La violencia mantiene a mujeres y niñas sumidas en la pobreza y, a su vez, las mujeres y niñas que viven en la pobreza son las más vulnerables a sufrirla. Desde el matrimonio infantil y la mutilación genital al asesinato, las violencias contra mujeres y niñas están profundamente arraigadas en todo el mundo. Sin embargo, es un círculo vicioso que podemos romper desaprendiendo lo que hemos aprendido. Ha llegado el momento de decir ¡basta!".
Para acabar con estas terribles prácticas que afectan a la mitad de la población mundial, Oxfam ha puesto en marcha una campaña internacional en Marruecos, Indonesia, India, Pakistán, Guatemala, Sudáfrica y Zambia coincidiendo con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de las Naciones Unidas. Se prevé que, durante los próximos meses, más de 30 países se sumen a esta campaña dirigida a movilizar a la ciudadanía y a los responsables políticos para que cuestionen la discriminación que fomenta estos abusos contra mujeres y niñas.
"En Marruecos, la violencia contra las mujeres adopta muchas formas diferentes: física, psicológica, económica, legal… Especialmente en el contexto del divorcio", relató Saida* a Oxfam. "Mi marido me obligó a divorciarme porque no acepté que tomara una segunda esposa. Mi hija y yo nos vimos obligadas a abandonar nuestra casa que oficialmente pertenecía a mi marido. A pesar de la legislación, la mentalidad de la gente cambia muy despacio. Ni los abogados ni el juez me ayudaron". Con el apoyo de Oxfam, Saida participó en un taller formativo para aprender a obtener ingresos para mantener a su hija y a sí misma. Ahora asesora a otras mujeres sobre cómo reclamar sus derechos.
"Las niñas nos enfrentemos a numerosas dificultades durante todas las etapas de nuestra vida. No se nos permite recibir una educación como a los niños", cuenta Komal, una estudiante de 12 años de Hamirpur, en la región de Uttar Pradesh (India). De acuerdo con datos del Gobierno de la India, en esta región, donde más del 40% de las mujeres son analfabetas, en 2015 se produjo el mayor número de actos violentos contra mujeres y niñas en el país. Hasta hace unos pocos años, normalmente se sacaba a las niñas de la escuela para que cuidaran de sus hermanos, ayudaran a sus padres en las explotaciones familiares o realizaran tareas domésticas. Con el apoyo de Oxfam, ahora las niñas pueden asistir a la escuela y muchas practican deportes de combate como la lucha. "Con el apoyo de mi profesor, mis padres me dejaron competir y ya he ganado una medalla de plata en una competición nacional. He demostrado a mi comunidad que las niñas también pueden lograr grandes cosas", subraya Komal.
En Indonesia, el matrimonio infantil y la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar son prácticas aceptadas y comunes. Cheper, que se casó con una menor, ahora hace campaña en su comunidad para acabar con el matrimonio infantil y las violencias contra las mujeres. Tal y como contó a Oxfam: "Cuando era pequeño, mi padre solía golpear a mi madre. Yo quería denunciar a mi padre ante la policía, pero no lo hice. La comunidad lo consideraba algo normal". En su comunidad, normalmente se excluye a las mujeres de las reuniones comunitarias pero, gracias al trabajo de Cheper, esta realidad está cambiando. Ahora, además, su mujer se está planteando trabajar fuera del hogar familiar.
"Las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos de las mujeres llevan mucho tiempo cuestionando la aceptación y prevalencia de las violencias contra mujeres y niñas, pero se trata de algo tan enraizado en sociedades de todo el mundo que es necesario que muchas más personas actuemos. Oxfam está comprometida con la lucha para erradicar esta lacra global, algo que beneficiará a todas las personas, pues los derechos de las mujeres son derechos humanos", recalca Byanyima, que también es miembro del Panel de Alto Nivel sobre Empoderamiento Económico de las Mujeres de las Naciones Unidas.
"Animo a las personas a que se manifiesten contra este tipo de violencia. También los hombres deben decir que la violencia contra las mujeres y las niñas no es aceptable, tanto en las instituciones como en el resto del país", señala Nalishebo Kashina, una estudiante universitaria de 20 años de Zambia, donde el 17% de las mujeres experimenta violencia sexual a lo largo de su vida. Ella es una de las muchas personas que están actuando en todo el mundo para combatir las violencias contra mujeres y niñas.
En Guatemala, donde las indígenas sufren violencia y racismo, las mujeres están abordando las causas subyacentes a la violencia. María Morales Jorge, que contribuyó a poner en marcha la Defensoría de la Mujer Indígena, contó a Oxfam: "Todas las personas tenemos la oportunidad de cambiar y rechazar cualquier tipo de violencia y opresión, y todas deberíamos tener la oportunidad de ser felices".
El objetivo de la campaña de Oxfam es cuestionar y eliminar la muy arraigada y equivocada idea de que los hombres son superiores a las mujeres. Para lograrlo, Oxfam proporcionará apoyo a personas y comunidades para que identifiquen y comprendan las causas de las violencias y desarrollen su capacidad para decir "basta" a estas actitudes y conductas tan dañinas. Oxfam también trabajará para garantizar apoyo a las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y para fomentar el desarrollo y la puesta en práctica de leyes y políticas dirigidas a acabar con las violencias contra mujeres y niñas.
"Antes pensaba que el matrimonio lo era todo en la vida: el presente y el futuro. Ahora creo que la vida es mucho más que tener un marido. También es tener un trabajo, viajar y estudiar", dice Saida, superviviente marroquí de la violencia y defensora de los derechos de las mujeres.
Para el lanzamiento de la campaña ¡Basta!: Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas, Oxfam celebrará diversos eventos en Marruecos, Indonesia, India, Pakistán, Guatemala, Sudáfrica y Zambia.
Publicado: 24 noviembre 2016
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¿Sabías que al menos una de cada tres mujeres (35%) experimentará algún tipo de violencia a lo largo de su vida? Esto equivale a más de 1.000 millones de mujeres en todo el mundo.
La violencia contra las mujeres y las niñas es una lacra global que no conoce fronteras geográficas o culturales, Sin embargo, las mujeres en situación de exclusión, entre ellas las mujeres y niñas pobres, son el colectivo más vulnerable a padecer este tipo de violencia, a menudo a manos de sus maridos o parejas.
La violencia contra mujeres y niñas adopta diferentes formas, entre ellas la violencia en el hogar, los abusos sexuales, el matrimonio infantil, la trata sexual, los denominados "crímenes de honor" y la mutilación genital. Las violencias contra mujeres y niñas están radicadas en la desigualdad de género que las mujeres sufren durante toda su vida, desde la infancia hasta la vejez.
Quienes cometen este tipo de ataques creen que las violencias contra mujeres y niñas son algo normal o conductas aceptables, aprobadas por la sociedad. Creen que pueden infligir violencia con total impunidad.
Todo lo contrario: es la más común violación de los derechos humanos y tiene devastadores efectos a largo plazo en las vidas de las mujeres, sus comunidades y la sociedad en general.
Ha llegado el momento de decir "basta". Queremos poner fin a las violencias contra mujeres y niñas.
Violencia masiva: algunos datos
El 30% de las mujeres experimentará violencia a manos de su actual o anterior pareja a lo largo de su vida. En algunos países, hasta un 70% de las mujeres.
Más de 700 millones de mujeres han sido forzadas al matrimonio infantil. Más de una de cada tres, antes de los 15 años.
200 millones de mujeres y niñas han sufrido mutilación genital, la mayoría antes de los 5 años de edad.
Casi la mitad de las mujeres que fueron asesinadas en todo el mundo en 2012 lo fueron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia, en comparación con el apenas 6% de los hombres ese mismo año.
Violencia y pobreza: un círculo vicioso
Creemos que las violencias contra mujeres y niñas son uno de los obstáculos más importantes en nuestra misión para poner fin a la pobreza.
No solo destrozan las vidas de las mujeres y dividen a sus comunidades, sino que además socavan los esfuerzos en el ámbito del desarrollo y la construcción de democracias más sólidas y sociedades más justas y pacíficas.
La violencia condena a las mujeres y a las niñas a la pobreza, limitando sus elecciones y su capacidad para acceder a la educación, obtener ingresos y participar en la vida pública y política. La pobreza les expone a un mayor grado de violencia y a la falta de opciones cuando ésta se produce.
Únete y di ¡Basta!
Podemos cambiar las creencias arraigadas y que tan daño hacen. Podemos desaprender lo aprendido. Ha llegado el momento de que todas las personas –mujeres, hombres, niñas y niños– y las instituciones públicas digamos "basta". Ha llegado el momento de acabar con las violencias contra mujeres y niñas.
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¡Basta! Nueva campaña de Oxfam para erradicar las violencias contra mujeres y niñas
La desigualdad de género es tanto causa como consecuencia de las violencias contra las mujeres y las niñas. Este es el mensaje principal de la nueva campaña internacional de Oxfam ¡Basta! Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas, cuyo objetivo es poner fin a una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas.
Una de cada tres mujeres sufrirá violencia a lo largo de su vida. La violencia contra las mujeres y las niñas es una lacra global que no conoce fronteras geográficas o culturales. Sin embargo, las mujeres en situación de exclusión, entre ellas las mujeres y niñas pobres, son el colectivo más vulnerable a este tipo de violencia.
Las mujeres y las niñas padecen violencia a lo largo de toda su vida: más de 700 millones se han visto forzadas al matrimonio infantil, 200 millones han sufrido mutilaciones genitales (la mayoría antes de los cinco años de edad) y un 30% experimentará violencia en el ámbito familiar. Diversos estudios han concluido que el nivel de violencia es más elevado entre las mujeres que soportan múltiples formas de discriminación, por ejemplo las mujeres indígenas, lesbianas y bisexuales, o discapacitadas.
Esta violencia es la forma de discriminación de género más extrema y está radicada en la desigualdad y en la creencia de que es aceptable tratar de esta forma a mujeres y niñas. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ha afirmado: "Cada minuto, la violencia devasta la vida de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. La violencia mantiene a mujeres y niñas sumidas en la pobreza y, a su vez, las mujeres y niñas que viven en la pobreza son las más vulnerables a sufrirla. Desde el matrimonio infantil y la mutilación genital al asesinato, las violencias contra mujeres y niñas están profundamente arraigadas en todo el mundo. Sin embargo, es un círculo vicioso que podemos romper desaprendiendo lo que hemos aprendido. Ha llegado el momento de decir ¡basta!".
Para acabar con estas terribles prácticas que afectan a la mitad de la población mundial, Oxfam ha puesto en marcha una campaña internacional en Marruecos, Indonesia, India, Pakistán, Guatemala, Sudáfrica y Zambia coincidiendo con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de las Naciones Unidas. Se prevé que, durante los próximos meses, más de 30 países se sumen a esta campaña dirigida a movilizar a la ciudadanía y a los responsables políticos para que cuestionen la discriminación que fomenta estos abusos contra mujeres y niñas.
"En Marruecos, la violencia contra las mujeres adopta muchas formas diferentes: física, psicológica, económica, legal… Especialmente en el contexto del divorcio", relató Saida* a Oxfam. "Mi marido me obligó a divorciarme porque no acepté que tomara una segunda esposa. Mi hija y yo nos vimos obligadas a abandonar nuestra casa que oficialmente pertenecía a mi marido. A pesar de la legislación, la mentalidad de la gente cambia muy despacio. Ni los abogados ni el juez me ayudaron". Con el apoyo de Oxfam, Saida participó en un taller formativo para aprender a obtener ingresos para mantener a su hija y a sí misma. Ahora asesora a otras mujeres sobre cómo reclamar sus derechos.
"Las niñas nos enfrentemos a numerosas dificultades durante todas las etapas de nuestra vida. No se nos permite recibir una educación como a los niños", cuenta Komal, una estudiante de 12 años de Hamirpur, en la región de Uttar Pradesh (India). De acuerdo con datos del Gobierno de la India, en esta región, donde más del 40% de las mujeres son analfabetas, en 2015 se produjo el mayor número de actos violentos contra mujeres y niñas en el país. Hasta hace unos pocos años, normalmente se sacaba a las niñas de la escuela para que cuidaran de sus hermanos, ayudaran a sus padres en las explotaciones familiares o realizaran tareas domésticas. Con el apoyo de Oxfam, ahora las niñas pueden asistir a la escuela y muchas practican deportes de combate como la lucha. "Con el apoyo de mi profesor, mis padres me dejaron competir y ya he ganado una medalla de plata en una competición nacional. He demostrado a mi comunidad que las niñas también pueden lograr grandes cosas", subraya Komal.
En Indonesia, el matrimonio infantil y la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar son prácticas aceptadas y comunes. Cheper, que se casó con una menor, ahora hace campaña en su comunidad para acabar con el matrimonio infantil y las violencias contra las mujeres. Tal y como contó a Oxfam: "Cuando era pequeño, mi padre solía golpear a mi madre. Yo quería denunciar a mi padre ante la policía, pero no lo hice. La comunidad lo consideraba algo normal". En su comunidad, normalmente se excluye a las mujeres de las reuniones comunitarias pero, gracias al trabajo de Cheper, esta realidad está cambiando. Ahora, además, su mujer se está planteando trabajar fuera del hogar familiar.
"Las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos de las mujeres llevan mucho tiempo cuestionando la aceptación y prevalencia de las violencias contra mujeres y niñas, pero se trata de algo tan enraizado en sociedades de todo el mundo que es necesario que muchas más personas actuemos. Oxfam está comprometida con la lucha para erradicar esta lacra global, algo que beneficiará a todas las personas, pues los derechos de las mujeres son derechos humanos", recalca Byanyima, que también es miembro del Panel de Alto Nivel sobre Empoderamiento Económico de las Mujeres de las Naciones Unidas.
"Animo a las personas a que se manifiesten contra este tipo de violencia. También los hombres deben decir que la violencia contra las mujeres y las niñas no es aceptable, tanto en las instituciones como en el resto del país", señala Nalishebo Kashina, una estudiante universitaria de 20 años de Zambia, donde el 17% de las mujeres experimenta violencia sexual a lo largo de su vida. Ella es una de las muchas personas que están actuando en todo el mundo para combatir las violencias contra mujeres y niñas.
En Guatemala, donde las indígenas sufren violencia y racismo, las mujeres están abordando las causas subyacentes a la violencia. María Morales Jorge, que contribuyó a poner en marcha la Defensoría de la Mujer Indígena, contó a Oxfam: "Todas las personas tenemos la oportunidad de cambiar y rechazar cualquier tipo de violencia y opresión, y todas deberíamos tener la oportunidad de ser felices".
El objetivo de la campaña de Oxfam es cuestionar y eliminar la muy arraigada y equivocada idea de que los hombres son superiores a las mujeres. Para lograrlo, Oxfam proporcionará apoyo a personas y comunidades para que identifiquen y comprendan las causas de las violencias y desarrollen su capacidad para decir "basta" a estas actitudes y conductas tan dañinas. Oxfam también trabajará para garantizar apoyo a las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y para fomentar el desarrollo y la puesta en práctica de leyes y políticas dirigidas a acabar con las violencias contra mujeres y niñas.
"Antes pensaba que el matrimonio lo era todo en la vida: el presente y el futuro. Ahora creo que la vida es mucho más que tener un marido. También es tener un trabajo, viajar y estudiar", dice Saida, superviviente marroquí de la violencia y defensora de los derechos de las mujeres.
Para el lanzamiento de la campaña ¡Basta!: Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas, Oxfam celebrará diversos eventos en Marruecos, Indonesia, India, Pakistán, Guatemala, Sudáfrica y Zambia.
Publicado: 24 noviembre 2016
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https://www.oxfam.org//
http://www.sayenoughtoviolence.org/
Oxfam dice «¡Basta!» en su nueva campaña internacional contra la violencia de género
Una de cada tres niñas sufrirá algún tipo de violencia en su vida. Más de 700 millones se han visto forzadas al matrimonio infantil, 200 han sufrido mutilaciones genitales.
Una de cada tres mujeres sufrirá violencia a lo largo de su vida. La violencia contra las mujeres y las niñas es una lacra global que no conoce fronteras geográficas o culturales. Sin embargo, las mujeres en situación de exclusión, entre ellas las mujeres y niñas pobres, son el colectivo más vulnerable a este tipo de violencia. Por ello, Oxfam ha puesto en marcha un nueva campaña internacional bajo el mensaje «¡Basta! Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas», cuyo objetivo es poner fin a una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas.
Las mujeres y las niñas padecen violencia a lo largo de toda su vida: más de 700 millones se han visto forzadas al matrimonio infantil, 200 millones han sufrido mutilaciones genitales (la mayoría antes de los cinco años de edad) y un 30% experimentará violencia en el ámbito familiar. Diversos estudios han concluido que el nivel de violencia es más elevado entre las mujeres que soportan múltiples formas de discriminación, por ejemplo las mujeres indígenas, lesbianas y bisexuales, o discapacitadas.
Sumidas en la pobreza
Esta violencia es la forma de discriminación de género más extrema y está radicada en la desigualdad y en la creencia de que es aceptable tratar de esta forma a mujeres y niñas. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ha afirmado:«Cada minuto, la violencia devasta la vida de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. La violencia mantiene a mujeres y niñas sumidas en la pobreza y, a su vez, las mujeres y niñas que viven en la pobreza son las más vulnerables a sufrirla. Desde el matrimonio infantil y la mutilación genital al asesinato, las violencias contra mujeres y niñas están profundamente arraigadas en todo el mundo. Sin embargo, es un círculo vicioso que podemos romper desaprendiendo lo que hemos aprendido. Ha llegado el momento de decir ¡basta!».
Para acabar con estas terribles prácticas que afectan a la mitad de la población mundial, Oxfam ha puesto en marcha una campaña internacional en Marruecos, Indonesia, India, Pakistán, Guatemala, Sudáfrica y Zambia coincidiendo con el Día Internacional de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Se prevé que, durante los próximos meses, más de 30 países se sumen a esta campaña dirigida a movilizar a la ciudadanía y a los responsables políticos para que cuestionen la discriminación que fomenta estos abusos contra mujeres y niñas.
Más de 30 países se sumarán a la campaña para movilizar a los ciudadanos
«En Marruecos, la violencia contra las mujeres adopta muchas formas diferentes: física, psicológica, económica, legal… Especialmente en el contexto del divorcio», relató Saida a Oxfam. «Mi marido me obligó a divorciarme porque no acepté que tomara una segunda esposa. Mi hija y yo nos vimos obligadas a abandonar nuestra casa que oficialmente pertenecía a mi marido. A pesar de la legislación, la mentalidad de la gente cambia muy despacio. Ni los abogados ni el juez me ayudaron». Con el apoyo de Oxfam, Saida participó en un taller formativo para aprender a obtener ingresos para mantener a su hija y a sí misma. Ahora asesora a otras mujeres sobre cómo reclamar sus derechos.
Fuera de la escuela
«Las niñas nos enfrentemos a numerosas dificultades durante todas las etapas de nuestra vida. No se nos permite recibir una educación como a los niños», cuenta Komal, una estudiante de 12 años de Hamirpur, en la región de Uttar Pradesh (India). De acuerdo con datos del Gobierno de la India, en esta región, donde más del 40% de las mujeres son analfabetas, en 2015 se produjo el mayor número de actos violentos contra mujeres y niñas en el país. Hasta hace unos pocos años, normalmente se sacaba a las niñas de la escuela para que cuidaran de sus hermanos, ayudaran a sus padres en las explotaciones familiares o realizaran tareas domésticas. Con el apoyo de Oxfam, ahora las niñas pueden asistir a la escuela y muchas practican deportes de combate como la lucha. «Con el apoyo de mi profesor, mis padres me dejaron competir y ya he ganado una medalla de plata en una competición nacional. He demostrado a mi comunidad que las niñas también pueden lograr grandes cosas», subraya Komal.
En Indonesia, el matrimonio infantil y la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar son prácticas aceptadas y comunes. Cheper, que se casó con una menor, ahora hace campaña en su comunidad para acabar con el matrimonio infantil y las violencias contra las mujeres. Tal y como contó a Oxfam: «Cuando era pequeño, mi padre solía golpear a mi madre. Yo quería denunciar a mi padre ante la policía, pero no lo hice. La comunidad lo consideraba algo normal». En su comunidad, normalmente se excluye a las mujeres de las reuniones comunitarias pero, gracias al trabajo de Cheper, esta realidad está cambiando. Ahora, además, su mujer se está planteando trabajar fuera del hogar familiar.
Actitud enraizada en la sociedad
«Las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos de las mujeres llevan mucho tiempo cuestionando la aceptación y prevalencia de las violencias contra mujeres y niñas, pero se trata de algo tan enraizado en sociedades de todo el mundo que es necesario que muchas más personas actuemos. Oxfam está comprometida con la lucha para erradicar esta lacra global, algo que beneficiará a todas las personas, pues los derechos de las mujeres son derechos humanos», recalca Byanyima, que también es miembro del Panel de Alto Nivel sobre Empoderamiento Económico de las Mujeres de las Naciones Unidas.
«Animo a las personas a que se manifiesten contra este tipo de violencia. También los hombres deben decir que la violencia contra las mujeres y las niñas no es aceptable, tanto en las instituciones como en el resto del país», señala Nalishebo Kashina, una estudiante universitaria de 20 años de Zambia, donde el 17% de las mujeres experimenta violencia sexual a lo largo de su vida. Ella es una de las muchas personas que están actuando en todo el mundo para combatir las violencias contra mujeres y niñas.
Derecho a ser felices
En Guatemala, donde las indígenas sufren violencia y racismo, las mujeres están abordando las causas subyacentes a la violencia. María Morales Jorge, que contribuyó a poner en marcha la Defensoría de la Mujer Indígena, contó a Oxfam: «Todas las personas tenemos la oportunidad de cambiar y rechazar cualquier tipo de violencia y opresión, y todas deberíamos tener la oportunidad de ser felices».
Hay que eliminar la arraigada idea de que los hombres son superiores
El objetivo de la campaña de Oxfam es cuestionar y eliminar la muy arraigada y equivocada idea de que los hombres son superiores a las mujeres. Para lograrlo, Oxfam proporcionará apoyo a personas y comunidades para que identifiquen y comprendan las causas de las violencias y desarrollen su capacidad para decir «basta» a estas actitudes y conductas tan dañinas. Oxfam también trabajará para garantizar apoyo a las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y para fomentar el desarrollo y la puesta en práctica de leyes y políticas dirigidas a acabar con las violencias contra mujeres y niñas.
«Antes pensaba que el matrimonio lo era todo en la vida: el presente y el futuro. Ahora creo que la vida es mucho más que tener un marido. También es tener un trabajo, viajar y estudiar», dice Saida, superviviente marroquí de la violencia y defensora de los derechos de las mujeres.
La violencia machista en España
En España, Oxfam Intermón también apoya, desde hace un año, la labor de 10 colectivos de mujeres que combaten la violencia de género. Son colectivos con experiencia en la prevención, formación y sensibilización para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas y que prestan atención jurídica y psicológica a mujeres víctimas y a sus hijos e hijas.
El trabajo de Oxfam Intermón en España en este ámbito se inició tras constatar que las políticas de igualdad han sufrido el recorte del 43% y que los recursos en prevención de la violencia de género se han reducido el 17%. A ello hay que añadir la disminución del 10% de las denuncias por violencia machista, lo que supone un retroceso alarmante en los avances de los últimos años en visibilización e imputación de estos delitos, según datos de 2015 del Consejo General del Poder Judicial.
Tomado de http://www.abc.es/
ABC Madrid 24/11/2016
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