Alejandro Ordóñez dice que desvirtuar el matrimonio gay es una cuestión constitucional
Tras finalizar el acto de rendición de cuentas del ministerio público, Ordóñez señaló que su negativa a la unión entre parejas del mismo sexo en Colombia “no es capricho del procurador, no parte de las convicciones personales o ideológicas, es una posición jurídica constitucional que no se puede desvirtuar por otras razones”.
El procurador General agregó que “en Colombia no hay ese tipo de matrimonios, la constitución lo refiere y la Corte Constitucional lo dice con toda claridad”, enfatizando que “a mí, como procurador, lo que me corresponde es defender y hacer respetar la constitución, la ley y las decisiones judiciales”.
Precisamente, este miércoles el Juzgado 39 Civil del Circuito, ante acción de tutela interpuesta por la Procuraduría, dejó sin efecto la decisión del juzgado 48 civil municipal de Bogotá al anular un matrimonio entre personas del mismo sexo que se celebró el pasado 20 de septiembre.
Tomado de http://www.radiosantafe.com
2 comentarios :
Que bien hecho, es importante esa claridad, pues algunas organizaciones obsesionadas con forzar el acceso al matrimonio para las parejas del mismo sexo, creen que hacen mucho bien atacando al Procurador, pero no entienden las razones de orden constitucional y legal que sustentan esa posición. En lugar de hace esos ataques deberian dedicarse a desarrollar una regulación a los contratos civiles que ha indicado la Corte Constitucional que pueden hacerse a la medida del deficit de protección que se alega tener, creando una forma de regulación de esta convivencia, que es distinta a la del matrimonio o la familia.
Es justo que constitucionalmente un marco legal basado en principios morales de discriminación se valide?
Es igual a mantener el derecho esclavizar al deudor, o tomar la vida de esposa e hijos es válida porque así lo definió la ley romana (el pater familias podía ajecutar a sus hijos por desobediencia) o despeñar a quien nace con defectos congénitos o no pasa el estandar de calidad del grupo social (tal era el uso de la Roca Tarpeya en la Roma Republicana).
Todas estas prácticas y algunas mas fascinantes aun tenían Marcos Legales y constitucionales que las validasen, y nadie hoy lo asumirIa como lógico.
Las leyes son los parámetros que regularizan las relaciones sociales, y SU REFLEJO.
Nuestra sociedad, tecnificada, igualitaria, hace mucho borró los rígidos linderos de los roles tradicionales sustentados en el bimorfismo necesario para su correcto desempeño.
¿Porqué, entonces, debe seguir el marco legal validando un modelo a todas luces caduco?
La posición del Procurador es simplemente homofóbica, barnizada de asomos de legalismo.
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