lunes, 30 de enero de 2023

Salir del clóset: un acto de valentía, liberación, desafíos, incertidumbre y autoaceptación.

Salir del clóset 


“En el viaje que transito, entendí que lo único importante en esta vida es buscar lo que me hace feliz” Antoine de Saint-Exupéry









Por: Carlos Bueno*

Salir del clóset: un acto de valentía, liberación, desafíos, incertidumbre y autoaceptación. Proceso en el cual se decide como persona de la comunidad LGBTIQ+ aceptar abiertamente la orientación sexual ante familiares, amigos y cercanos. Es quitarse un gran peso de encima para andar más ligeros de equipaje. 

Salir del clóset no solo es un acto de carácter político dado el impacto que origina en la comunidad, es también un suceso de orden espiritual pues se liberan miedos, bloqueos y culpas para vivir una conexión más íntima con  nuestro verdadero ser, lo cual va más allá de etiquetas autoimpuestas o generadas por la sociedad. En este sentido, hacer un acto de sanación e introspección permite sentirse fortalecido y asumir las consecuencias de este nuevo paso, para algunos el más importante de sus vidas, dados los cambios que se forjan.

Salir del clóset implica un acercamiento más abierto y sincero con las personas que se aman o, por el contrario, conlleva un distanciamiento con aquellas que no aceptan la homosexualidad dados prejuicios originados por la sociedad y la religión. Al respecto, reconocer que la orientación sexual o la identidad de género no definen a la persona, no es tarea fácil para algunas personas del entorno más próximo. Desde mi experiencia personal doy fe que se requiere de paciencia y compasión para que aquellos que amamos acepten y asimilen los cambios asociados con la salida del clóset. El amor verdadero es incondicional y es más poderoso que ideologías y creencias. 

En mi caso particular, salir del clóset a los 25 años me liberó de muchos miedos, fue quitarme una gran carga de encima para sentirme más ligero de equipaje, fortaleciendo mis capacidades y asumiendo la belleza de mi experiencia de vida desde toda su integralidad. El encierro en el clóset afecta emocionalmente, no obstante, cuando se abren las puertas de éste y se enfrenta el entorno, se requiere primero de autoaceptación para encontrar la aceptación de los demás. 

Cuando contaba con unos 12 o 13 años estudiando en casa de un vecino encontré una revista Cromos con una separata especial sobre una marcha gay en Nueva York, lo cual a comienzos de los 80´s era un tema tabú. Leyendo a escondidas este artículo fue que comprendí que a mí me gustaban los hombres. Al llegar al apartamento en donde vivía con mi familia (el 303) busqué en la enciclopedia Lexis 22 la palabra “Homosexual” y su definición me corroboró lo que sentía muy adentro, pero pasaron muchos años para dejar de sentirme tan abrumado con mis sentimientos. La época del bachillerato no fue fácil, fue crecer cargado de dudas y temores, sobrellevar en silencio algunos episodios de intimidación escolar y además de esto, no tener con quien hablar de aquello que sentía tan profundo.  


En 1995 cuando estaba por cumplir 25 años, luego de la graduación de la universidad, sentí que era momento de vivir mi vida y no la de los demás, pero esto lo descubrí después de leer una revista Shock. En esta edición salía Shakira en la portada y un titular que hacía referencia a salir del clóset. Gracias a la información de este artículo me armé de valor para hablar con un amigo de quien sabía era gay y así, desahogarme para comenzar un nuevo capítulo. No fue fácil soltar todo lo que estaba sintiendo, tantos años oscilando entre dudas y temores. También tuve la fortuna de contar con amigas que me escucharon y apoyaron, las cuales siguen presentes hoy día.

Para mi familia cercana tampoco fue fácil afrontar este cambio en mi estilo de vida, no obstante, lo bonito de mi historia personal relacionada con la salida del clóset fue la aceptación que se forjó con el tiempo. En la actualidad, la relación con papá, mamá y hermanas es de mucha confianza, podemos hablar de mi vida y orientación sexual sin inconvenientes. 


Salir del closet me cambió la vida, me ha hecho una mejor persona desde mi autenticidad, sin sentir vergüenza o miedo por ser quien soy. 

Los testimonios sobre las salidas del closet están llenos de anécdotas y experiencias, de sombras, pero también de mucha luz desde esa aceptación de la familia y seres queridos. Al respecto, comparto algunos testimonios de amigos y cercanos, a los cuales agradezco –de corazón– su bonita energía y sinceridad para escribir sus motivadoras palabras.

“Para mí salir del clóset significó ser transparente conmigo mismo y con mi familia pues desde que di este paso nuestros lazos se fortalecieron”. Osvaldo Arias, 27 años. 

“Salir del clóset es y será una de mis frases favoritas pues dio vida al verdadero ser que soy y con el que me identifico en realidad. Antes de ese suceso era un hombre que se sentía enjaulado en sus sentimientos y pensamientos, hasta el día que me armé de valor y acepté que mi amor no tenía que ser guardado en un clóset sino al contrario, salir de esa oscuridad para dar luz a este mundo en donde ser diferente debe ser sinónimo de lucha, compasión y orgullo”. Leandro Galeano, 39 años. 

“Salir del clóset para mí significó liberación, quitarme un peso de encima para ganar la libertad de ser quien soy”. Sofia Izquierdo, 20 años.

“Para mí salir del clóset significó una trascendencia, me creé 50.000 ideas erróneas para enfrentarlo y la realidad superó la fantasía pues hallé una situación diferente a la que me planteé. No fue tan dramático y encontré aceptación por parte de la familia y amigos. Ha sido gratificante, me he permitido ser quien soy y mostrar mi verdadera cara sin máscaras. Aún algunas cosas me cuestan, pero es una historia que se va entretejiendo de a pocos”. @Mack, 38 años.

“Salir del closet representó aislarme para encontrarme a mí mismo, mirarme al espejo y abrazarme, abrazar lo que era, abrazar mi voz delgada y decirme este soy yo y así me quiero. Es encontrar a ese niño interior, tomarlo de la mano y decirle “vamos a caminar, todo está bien y así nos queremos”. Salir del clóset no fue sencillo, pero tampoco fue de lágrimas o gritos, fue reconocer que esta es mi misión, es mi magia y todo se resumió en acoger mi identidad. Me siento afortunado de ser homosexual”. Felipe Erazo, 25 años. 

“Salir del closet para mí fue dejar de fingir algo que no soy. Sentirme libre no lo cambiaria por nada dado que dejé salir una parte de mí que tenía encapsulada, además significó encontrar ese equilibrio entre lo que siento y hago para poder ser realmente feliz y así mismo hacer felices a los demás”. Valeria Urrea, 20 años. 

“No puedo decir qué significó para mí salir del clóset –por lo menos no en tiempo pasado– porque a hoy día sigo saliendo del clóset, de muchos clósets. El clóset en mi experiencia se convirtió en una dimensión que se reprodujo, se replicó y abarcó todos los aspectos de mi vida, todos los entornos, todas las relaciones, haciéndolas tristemente incompletas. El clóset en lugar de un objeto rígido se hizo una membrana que se extendió y aprendió a moverse conmigo, una membrana fina a través de la cual vi pasar mi vida y adentro me acostumbré a todo tipo de precariedades.                                         

Salir del clóset en mi caso, es un proceso en curso, en el que abandono las versiones de mí mismo que se acostumbraron a ver pasar la vida en amargura. En ese proceso abandono la comodidad triste de esa membrana y salgo a la vida. A mi ritmo, sin grandes anuncios ni destapes, persona a persona, como me va surgiendo… Sigo saliendo del clóset entonces, descargándome de pesos que ya no necesito y descubriendo cada vez más la verdadera naturaleza de los miedos que nunca debí tener”. Juan, 32 años. 

“Salir del clóset fue una decisión liberadora y aunque lo hice a los 33 años considero que fue la iniciativa más acertada. Los temores existen a cualquier edad, pero cuando tu familia te acepta como eres, te quitas un lastre de encima. Ahora mi vida es diferente, soy como soy, sin ocultarme, sin un peso en mi espalda y, sobre todo, llevo una vida muy feliz y tranquila”. Kendrick, 42 años.


De corazón espero que las palabras y testimonios escritos en esta columna te sirvan para fortalecer el amor por ti mismo y puedas reconocer lo valioso o valiosa que eres. Tu orientación sexual no te define como persona, eres un ser integral con todo el derecho a amar y ser amado.


#LigerosDeEquipaje #21Enseñanzas #Equilibrio #CreerEsCrear #Fluir #ActitudMindfulness


IG: @carlosbuenobienestar

Por Carlos Bueno, comunicador social, especialista en gerencia social, certificación en mindfulness, reikista, coach de vida en formación. Talleres y estrategias de bienestar.




Carlos Bueno

Comunicador social, especialista en gerencia social, reikista, practicante de mindfulness, coach de vida en formación. Talleres y estrategias de bienestar.

IG: @maobg_70 

IG @carlosbuenobienestar







4 comentarios :

Como siempre es un placer leer tus artículos, en especial al leer tus vivencias me siento muy identificado🧳 por más artículos así Att: Leandro G

Una experiencia de autoconocimiento de sanaciòn y de amor propio.
Gracias por compartir
Att. Wilyeca

Leer tu articulo y las experiencias, me llevan a esos tiempos de miedos y tristezas y solo cuando decidí aceptarme, fue cuando empezaron a cambiar las cosas. Cuando di ese paso hacia mi identidad y mi humanidad

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