Kevin Bacon protagonizará película de terror sobre "terapias de conversión" LGBT
En esta época de inclusión y diversidad, ya se echaba en falta una película de terror con temática LGBTQ, y ahora Blumhouse, la productora detrás de cintas como Actividad Paranormal (83%), La Noche del Demonio (66%), Fragmentado (75%) y ¡Huye! (99%), entre otras, estará detrás de un nuevo proyecto cuyo título no ha sido revelado, pero de acuerdo con Deadline (vía Collider) tratará sobre las infames “terapias de conversión”.
El primer nombre importante que está involucrado en la producción es el actor Kevin Bacon, ganador del Globo de Oro y nominado al Emmy, y a quien muchos recordarán por sus papeles en Terror en el desierto (85%), Río Místico (87%) y X-Men: Primera Generación (87%), entre otras. También cuenta con experiencia en el género de terror gracias a sus actuaciones en Viernes 13 (25%) y You Should Have Left.
La dirección y el guión corren a cargo de John Logan , nominado al Óscar por su trabajo como escritor en Gladiador (76%), en la categoría de Mejor Guión Original; también fue guionista de Sweeney Todd: El Barbero Demoníaco de la Calle Fleet (86%), ganadora del Globo de Oro a Mejor Película Musical o Comedia; de El Aviador (87%), de Martin Scorsese, y de 007 Operación Skyfall (93%) y 007 Spectre (65%), así como de las series Penny Dreadful (100%) y Penny Dreadful: City of Angels (90%).
La única información proporcionada por el medio sobre la historia de la cinta, es que estará ambientada en un “campamento de conversión”, que se trata de una película de “empoderamiento LGBTQIA+” y que será protagonizada por Theo Germaine, conocido por la serie The Politician. Bacon, por su parte, también figura en los créditos como productor, junto a Scott Turner Schofield, y de esta forma continúa expandiendo su carrera, ya que en el pasado ha fungido como director y productor en Losing Chase (1996).
Las "terapias de conversión" LGBTQ siempre estuvieron basadas en la ignorancia y los prejuicios; en el caso de los cristianos, varias sectas adoptaron esas prácticas para supuestamente corregir o erradicar los deseos pecaminosos de los jóvenes creyentes. Como muestra el documental Pray Away, de Netflix, ninguna de esas "terapias" fue realmente efectiva, sólo provocaron dolor y sufrimiento a miles de personas y en la actualidad siguen existiendo para nuestra desgracia.
Esta quizá sea una oportunidad de demostrar que las historias LGBTQ pueden enriquecer el género de terror. En los últimos años hemos visto un aumento en la representación de la comunidad LGBTQ en la pantalla grande y chica, pero todavía queda un largo camino por recorrer en la industria del entretenimiento.
Vía yahoo.com
Arturo López Gambito
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