El colectivo bogotano Ciudad de Osos está por lanzar la tercera edición del Calendario Hoso, una particular mirada sobre la estética masculina que funciona como mecanismo de inclusión y tolerancia dentro de la comunidad LGBTI.
Por Camilo Vásquez / @Ecosays
¿Quién no conoce los calendarios de los talleres mecánicos? Mujeres desnudas trepadas sobre motocicletas de alto cilindraje –por dar cualquier ejemplo– con los ojos cerrados y los gestos de un orgasmo. Dentro de la comunidad gay existe un calendario llamado ‘Hoso’ que expone su mirada del erotismo y la belleza: en vez de mostrar mujeres bellas, buenonas y producidas, en sus meses hay fotos de hombres con cuerpos promedio.
Los responsables de este proyecto son los integrantes del colectivo Ciudad de Osos, quienes se han dado a la tarea de reunir en sus filas a una subcultura de la comunidad LGBTI –los ‘osos’– cuyos integrantes se caracterizan por tener el cuerpo fornido, vello corporal y mostrar una actitud masculina.
Ciudad de Osos surgió en octubre de 2014 con la tarea de enfrentar la endodiscriminación, esa segregación existente dentro de la misma comunidad LGBTI: “En el mundo gay también hay mucha discriminación, sobre todo en el aspecto físico: si uno es gordo, viejo o muy flaco”, explica John León, director del colectivo.
Dentro de las actividades del colectivo se incluyó hace un par de años la creación de un calendario que les permitiera visibilizar a los ‘osos’. “El proyecto arrancó con un diseño experimental de fotos. Los modelos posaban en diferentes sitios de la ciudad y le tomábamos fotos a todo lo que se nos pasaba por la mente. Era muy suelto al principio y muy saturado. Había desnudos, lo cual no tuvo mucho impacto”, explica León.
Desde 2014, Ciudad de Osos lanza anualmente un calendario en el cual posan 12 miembros de esta comunidad: unos semidesnudos o vistiendo atuendos “sado”, otros en calzones, acostados en diferentes sitios o encima de motos tratando de lucir lo más sexy posible. Esas fotos ponen sobre la mesa ideas de la belleza muy alejadas de la típica mirada publicitaria.
La producción fotográfica de 2015 tuvo un toque más profesional que la del año anterior. Los miembros del equipo decidieron producir algo más limpio (fondo blanco con el propósito de enfocarse en el modelo, poses estructuradas, buenas luces) pues esta vez querían lograr un parecido con las fotografías de modelos y actrices que publican revistas como Soho (de donde tomaron el nombre del calendario Hoso) y Don Juan.
El mensaje del calendario 2015 fue “En Bogotá se puede ser”, lo cual, en palabras del director del colectivo, quería hablar, a través de los modelos, sin discriminación: “Se puede ser oso, se puede ser lobo, se puede ser cazador, chubby, nutria, etcétera”. Aquella producción fotográfica se realizó en Casa Ratón (la casa de John León, director de Ciudad de Osos) y durante la sesión hubo toda clase de hombres (musculosos, barbudos, algunos intentos de Bradley Cooper) dando vueltas en ropa interior por el lugar.
Los calendarios 2014 y 2015 no tuvieron mucha comercialización por el origen mismo del proyecto; no es algo que cualquiera pone en su escritorio o cuelga en una pared de la habitación. Entonces decidieron pensar en una temática que abarcara más público y cuya imagen tuviera un equilibrio entre lo que se muestra y lo que se tapa.
Ciudad de Osos hizo una convocatoria a través de redes sociales para encontrar el equipo de modelos del calendario de este año. Se presentaron 21 personas el 19 de Septiembre de 2015 en Casa Ratón, donde les hicieron un breve estudio fotográfico: una foto con ropa, otra sin camiseta y la última en boxer. Tomaron más de 400 fotos el día del casting.
“Son personas que no están acostumbradas a posar frente a una cámara, así que uno tiene que decirles hagan tal pose, hagan tal mueca, no se rían, muévanse así. No son modelos profesionales y uno encuentra detalles como marcas del sol en los brazos y eso a veces es complicado”, comenta León.
“Dentro del mundo gay también hay mucha discriminación, sobre todo en el aspecto físico: si uno es gordo, viejo o muy flaco”
Cristian Rojas es estudiante de Ingeniería Industrial y se animó a ser uno de los modelos de la última edición del calendario. “Si me han tomado fotos cuando estoy en piscina, ¿por qué no acá?”, se dijo Cristian después de la primera sesión tratando de reunir la confianza necesaria para seguir adelante.
Lo más difícil para este universitario fue quitarse los pantalones. “Es curioso, uno se puede quitar la ropa tranquilamente delante de un desconocido para tener relaciones, pero no cuando es para una sesión de fotos con un amigo –comenta Cristian–. Es que deja de ser la foto para el pase, el selfie o la que uno se toma por recochar”. Al salir de la sesión fotográfica Cristian estaba un poco arrepentido, pero después vio las fotos y se dijo “no es tan malo”; de hecho, le gustó el resultado.
Después de esa primera sesión, la junta directiva de Ciudad de Osos hizo un test por medio de Google Drive para tomarle la temperatura a las imágenes y decidir cuáles modelos eran los indicados.
“Cuando terminamos de sacar las ideas de los vestuarios, los mandamos hacer y ahí empezamos con las fotografías”, explica John León. Algunos de los participantes repitieron y otros son nuevos. Ciudad de Osos espera que “en estas fotos haya un equilibrio: que llamen la atención, que quieran comprar el calendario y que las personas digan “este tipo está bueno””.
El lanzamiento del Calendario Hoso 2016 será –tentativamente– el 30 de enero, en Casa Ratón (Cra 51 # 3 - 24) y ese día usted podrá conocer a los modelos y a los productores. Se podrá conseguir contactando a Ciudad de Osos.
Este calendario es una necesaria exploración que deja de lado los estereotipos masculinos, esos tipos esbeltos de mirada coqueta y sonrisa perfecta. Un proyecto valioso pensado como mecanismo de inclusión y tolerancia dentro de la comunidad LGBTI.
Tomado de http://www.cartelurbano.com/
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