Por: Jhon Better - Latitud. El Heraldo
Ella proyecta sus ideas con el profesionalismo necesario para que la respeten a la par de sus demás colegas. La figura de Támara Adrián aparece en el panorama político de Venezuela en medio de una crisis económica, política y social que sacude al vecino país desde hace años y que con la elección de la nueva asamblea parece darle un aire de esperanza a todo este ambiente de desestabilidad que se respira en gran parte del territorio venezolano.
Támara Adrián es una lideresa transgénero de 61 años, activista de los derechos de las personas LGBTI y hace público su pensar al afirmar con vehemencia que ya es tiempo de que en su país se avance en el reconocimiento de los derechos de las personas con orientación sexual e identidades de género diversas. Adrián es una diputada y abogada venezolana, graduada en la Universidad Católica Andrés Bello y doctora en Derecho Comercial de la Université Panthéon-Assas de París. También es profesora de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Metropolitana. En su despegar en el mundo de la política venezolana contó con el aval del partido político Voluntad Popular, el cual le abrió las puertas bajo el lema de “Todos por el cambio”, para que la activista diera a conocer al pueblo venezolano sus proyectos de respeto e inclusión.
Adrián ha estado en talleres y encuentros internacionales de participación política de personas LGBTI en América Latina y el Caribe acompañando a la Corporación Caribe Afirmativo y al Observatorio de Participación Política de personas LGBTI en Colombia, en la conformación de una región que respeta los derechos de la diversidad sexual e identidad de género diverso.
“Venezuela es un país que vulnera los derechos de las personas LGBTI, no hay garantías para el libre desarrollo de nuestra gente”, comenta la recién elegida diputada.
Si bien los esfuerzos de Adrián en parte estarán centrados en defender a capa y espada a la comunidad LGBTI, también estará enfocada en las áreas económicas y financieras de la nación, áreas en las que ella tiene un doctorado. En este campo, la diputada tiene ya proyectos claros como crear una ley de información pública donde los venezolanos tengan acceso a conocer entre otros temas, sobre inflación, tasa de desabastecimiento y taza de pobreza, ya que los organismos públicos nunca facilitan este tipo de datos a la ciudadanía.
Con respecto a la ley de amnistía propuesta por la oposición, para la liberación de los presos políticos, Adrián afirma que también debe considerarse una ley de reconciliación política. “Creo que los venezolanos durante las votaciones destruyeron esa especie de muro de Berlín simbólico que se había creado entre chavistas y opositores. Pienso que tenemos que evitar en el futuro eso a lo que llamo ‘las bocas de cloaca’, evitar que el insulto sea la única forma de comunicarse, lo que vamos a hacer en adelante es a discutir ideas, a encontrar aquello que nos une, a respetar aquello que nos diferencia para construir democracia, porque es en la democracia donde ganan todos, incluso aquellos que en algún momento coyuntural sus propuestas no han sido tomadas en consideración pero sí han sido escuchados en sus argumentos”, aseguró Adrián.
Todos los ojos de la opinión mundial están puestos sobre Venezuela. Los cambios parecen venir galopando. Támara Adrián considera que el chavismo tendrá que adaptarse a las transformaciones venideras. “No discuto ideas contra creencias. Porque las creencias impermeables a la razón no son susceptibles de ceder a la evidencia de esta. Pero sobre todo porque la justicia que deriva de lo razonable debe ser impermeable a las creencias irracionales. De otra forma no es razón. En todo caso, gracias a esos que empuñan creencias, porque por primera vez se hace general el debate de la igualdad”, concluye Támara Adrián, una mujer que lucha con la convicción de que el cambio es posible.
En entrevista con ella dejó clara sus posiciones, la proyección de sus ideales y la manera como quiere trabajar por su país.
“Soy una mujer, feminista, lesbiana y trans”.
P¿Quién es Támara Adrián?R Es una mujer feminista, lesbiana, trans, activista, defensora de los derechos humanos, comprometida con la igualdad. Una mezcla de todas esas potentes categorías políticas. Pero sobre todo una mujer feliz y realizada a nivel personal y profesional.
P¿Cómo es ser una mujer transgénero en la actual sociedad venezolana?
R Significa generalmente exclusiones, limitaciones y negaciones de derechos y oportunidades como consecuencia de la ausencia de reconocimiento de la identidad legal, y en general, por vía de consecuencia, de todos los derechos ciudadanos: a la salud, a la vivienda, al trabajo, al estudio, etc.
Para superar el estigma y la discriminación es necesario no solo el reconocimiento legal sino también la adopción de medidas de acción afirmativa para superar la pobreza extrema, que afecta a más del 95% de las mujeres trans y al 87% de los hombres trans (aquí el machismo también se nota). Mi rol, a favor de la diferencia, puede ser un mecanismo de cambio social. Pero no es suficiente.
P ¿Hace cuánto empezó su camino en la política?
R Había estado involucrada desde los años noventa en el activismo de sociedad civil. Pero en 2009, Leopoldo López, cuando estaba fundando el partido Voluntad Popular, me convenció de la necesidad de participar en la política. El argumento central fue que no hay posibilidad de efectuar un cambio social sin un apoyo político. Notando que cada vez que debía impulsar algo, terminaba solicitándoselo a un político, me decidí entonces adentrarme en la arena.
P En su trabajo como abogada ¿Qué es lo más urgente que hay que denunciar y defender en su país?
R La falta absoluta de protección efectiva contra la discriminación. La ausencia de resolución de los crímenes de odio. La ausencia de planes de salud sexual y reproductiva. La ausencia de medidas para luchar contra el bullying homofóbico y transfóbico. La falta de reconocimiento de la identidad de las personas trans. La falta de acceso a la salud de las mismas. La falta de reconocimiento de los derechos de parejas y de las familias diversas. Y en general, la ausencia absoluta de derechos igualitarios.
P ¿Cómo la perciben sus colegas en el campo de acción?
R Mi acción como profesora, abogada, asesora en materia empresarial en las ramas más intrincadas del derecho económico, y al mismo tiempo mi labor en defensa de los derechos sexuales y reproductivos, me ha generado una gran estima en la mayoría de los colegas.
P ¿Cuál es su bandera?
R La libertaria.
P ¿Sufrió usted algún tipo de discriminación en su tránsito como mujer trans?
R Toda persona que desafía el género normativo es sujeto de múltiples formas de violencia: simbólica, verbal y física. Raramente sufrí la física. Pero sí la simbólica y la verbal. En este momento, como diputada electa, tengo numerosas formas de violencia verbal y simbólica, particularmente chavista y religiosa, y a veces, chavisto-religiosa.
P ¿Qué proyectos desea impulsar en su puesto como diputada?
R Aparte de los temas económicos, que interesan a todos los venezolanos, una Ley de Transparencia y de Acceso a la Información Pública. Y también todas las leyes de igualdad que existen en el resto de la región: matrimonio igualitario, derechos de familia, identidad de las personas trans sin necesidad de operaciones genitales, protección integral contra la discriminación.
P Según sus propias palabras, usted paso de ser «un hombre infeliz» a “una mujer feliz”, ¿en qué radicaba la infelicidad?
R Para toda persona trans, la infelicidad es el no ser quien se es. Y en ese dilema se puede pasar la vida, o se pueden tomar acciones para solucionarlo. Y en la vía a la coherencia se encuentra siempre la felicidad. Porque la incoherencia de todo tipo genera infelicidad.
P ¿Qué tan necesario es una reasignación genital en la vida de una mujer trans?
R No lo es en nada. Pero si la persona lo siente necesario, puede hacerlo. Pero lo importante es que no es un requisito de atribución de la identidad.
P ¿Se considera una feminista?
R Absolutamente, en el sentido de reivindicar la igualdad y la equidad de género en todos sus aspectos.
P Estuvo recientemente en ciudades de la Costa Caribe colombiana, ¿cómo las vio con respecto al tema LGBTI?
R Estuve en Cartagena y en Santa Marta recientemente. Barranquilla es una ciudad que no tengo el placer de conocer. Pero entiendo, por mis amigos de Caribe Afirmativo, que la situación en la Costa no es muy diferente en esas tres ciudades. Amo la Costa colombiana, y me siento siempre como en mi propia casa.
Su activismo político busca el beneficio de todo el pueblo venezolano. Inspiradora por su esencia y la firmeza de saber lo que quiere, sin ataduras ni condiciones sociales que la limiten, feliz de proyectar su real ser.
Tomado Latitud - El Heraldo enero 2016
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