Desde el año 2009, se realiza el 21 de octubre el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans, con actividades en diferentes regiones del mundo a lo largo del mes de octubre.
¿Condición sexual, disforia de género o trastorno? Yo prefiero llamarle “Hija”
Por Isabel A.* (@TransFamilias).
Hoy se conmemora a nivel mundial el Día de la Lucha por la Despatologización Trans, una fecha que más que celebrar nos recuerda a todxs que la comunidad trans ha logrado avances, pero también que falta mucho por hacer.
Hace poco más de 11 años, cuando supe que estaba embarazada, lo primero que le pedí al universo fue que mi bebé naciera con salud. Un 24 de octubre de 2007, mi esposo y yo recibíamos en nuestra familia a un bebé sano, al que por sus genitales el doctor le asignó el género masculino. Un par de años después nos daríamos cuenta que realmente teníamos a una niña y no un niño, como todos habíamos creído, pese a esta “confusión” ella seguía siendo una niña sana.
Poco tiempo pasó para que nos dijeran que mi hija había nacido con una condición llamada “trastorno de identidad de género” como hasta en ese momento se definía en el famoso Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V). A pesar de este diagnóstico, yo y todxs lxs que la rodeaban (incluso su pediatra) seguíamos observando a una niña sana.
Quien diría que mi hija, así como tantas otras personas trans, sería considerada como “enferma mental” por el simple hecho de que el resto de la sociedad no entendemos que existen mas géneros que solo el binario.
Quien diría que mi hija, así como tantas personas trans, pudiera sufrir de depresión por ser el blanco de una sociedad hostil y no por el hecho de ser trans.
Quien diría que mi hija, así como tantas otras personas trans, sería castigada, y por lo tanto estigmatizada, por el simple hecho de que al resto de la sociedad nos incomoda su identidad y expresión de género.
Quien diría que a mi, así como a muchxs otrxs madres y/o padres, me ofrecerían curar a mi hija mediante esas falsas terapias solo por el simple hecho de que ella, como muchxs otrxs niñxs y adolescentes trans, nació así, sin haber contraído ninguna “enfermedad del género”.
El pasado 18 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó a la transexualidad de su lista de trastornos mentales mediante la publicación de la actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en la que la transexualidad pasa a formar parte de un epígrafe nuevo denominado “condiciones relativas a la salud sexual” y a denominarse “incongruencia de género”.
Hasta entonces formaba parte del capítulo dedicado a “Trastornos de la personalidad y el comportamiento”, en el subcapítulo “Trastornos de la identidad de género”. Es decir, el CIE-10 calificaba la transexualidad como “un deseo de vivir y ser aceptado como miembro del sexo opuesto, por lo general acompañado de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico, y de deseo de someterse a tratamiento quirúrgico u hormonal para hacer que el propio cuerpo concuerde lo más posible con el sexo preferido”.
Sin duda, la modificación de este manual es un logro más para la comunidad trans, que no busca otra cosa que el respeto y el derecho a ser quienes son sin ser estigmatizados para toda su vida.
No obstante, falta mucho por hacer, falta que el resto de nosotrxs entendamos que no todas las personas trans buscan o desean alterar sus cuerpos, que no todas las personas trans caen en ese binario de género al cual la gran mayoría de la sociedad se sigue aferrando… Vaya, que las personas trans NO ESTÁN ENFERMAS y que su identidad es simplemente una expresión más de la diversidad humana.
Así bien, hoy 20 de octubre podemos celebrar que la condición trans no es un trastorno mental, pero yo prefiero celebrar a lo único que veo frente a mi desde hace 9 años: A una niña a la que llamo mi HIJA.
*Isabel es activista a favor de los derechos de las infancias trans y una de las fundadoras de Transformando Familias, un grupo de apoyo y blog enfocado a difundir información y dar soporte a padres y madres de niñas, niños y adolescentes transgénero.
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