"Cartas abiertas a un homófobo o transfóbico"
El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Tres organizaciones se agruparon para que la población LGBTI haga una catarsis a través de este proyecto.
Las organizaciones Colombia Diversa, Santamaría Fundación y Caribe Afirmativo crearon un proyecto llamado "Carta abierta a un homófono o a un transfóbico". Este busca que mediante la página web www.cartaaunhomofobo.com, los miembros de la población LGBTI le escriban a personas que los hayan discriminado por su orientación sexual.
El 17 de mayo de 1990 fue el día en que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Esta celebración se llevó a cabo por primera vez en 2005. En la actualidad hay más de 70 países en el mundo que criminalizan la homosexualidad.
Si bien ésta no es considerada como una enfermedad por la comunidad médica, todavía existen criterios como la disforia de género o el trastorno de la identidad sexual en la lista de enfermedades mentales. Los activistas y las organizaciones exigen que los temas que tengan que ver con el tránsito entre géneros o sexos sean retirados de los manuales.
Las textos escritos por las personas que aprovechan el proyecto "Carta abierta a un homófono o a un transfóbico" pueden ser destinados a la comunidad en general, como esta, cuya autora dirige a “casi todo el mundo”.
“Soy travesti y peligrosa
No quiero ser práctica, ni estratégica. Me mamé de que no entiendas, de que te parezca complicada mi existencia. ¿Te incomoda utilizar los pronombres con los que me identifico? Well, Fuck you! ¿Te sientes muy atacadito cuando no dejo pasar insultos transfóbicos? ¡De malas! Odio sentir tu lástima y tu tonito condescendiente, tratándome como la pobre víctima. Soy poderosa y no me dejo de nadie, ni de ti, ni de ningún transfóbico”.
En otros casos, las cartas tienen un destinatario específico: papás, profesores e incluso pastores.
“Amado papá
Recuerdas el día que me dijiste que por ser lesbiana estaba condenada al fracaso. A vivir en lo marginal, a no ser feliz.
Ese día tú y mi mamá me prohibieron volver a ver a Silvana. Me prohibieron salir de la casa. Controlaban la hora de salida y de regreso de la universidad.
Por suerte tu condena solo duró el tiempo en el que viví contigo.
Soy lesbiana y soy feliz.”
Ya son más de 50 cartas las que se han escrito y se pueden encontrar en la página web. Este martes será un día para celebrar los logros alcanzados por la comunidad LGBT y reafirmar las exigencias pendientes.
Tomado del http://www.elespectador.com/
CARTA A VIVIANE MORALES UNA SENADORA HOMOFÓBICA Y PARA NADA LIBERALPor Ricardo Montenegro, abogado Liberal y activista LGBThttp://orgullolgbtcolombia.blogspot.com.co/2016/05/carta-viviana-morales-una-senadora.html
Carta a mi compañera de la universidad por la Ex Alcaldesa de Chapinero Blanca Durán
Me han pedido que escriba una carta dirigida a un homofóbico y aunque conozco varios, no pude menos que pensar en ti. Sé muy bien que me dirás que no eres homofóbica, incluso dirás que conoces algunas personas gais y que hasta les hablas, pero en muchas ocasiones he recordado tu reacción luego de saber que yo era lesbiana.
Cuando éramos compañeras de la Universidad fuimos muy unidas, recuerdo que nos conocimos en el segundo semestre y que junto con los vagos de mecánica y nuestra amiga S... nos íbamos a tomar cerveza barata en los chuzos de los alrededores. Siempre los viernes después de clases, esperábamos al último que saliera y nos íbamos juntos a escuchar salsa en algún sofocante espacio de no más de 10 metros cuadrados, donde todos los universitarios del sector intentábamos caber.
A veces nos íbamos a un parque (ahora no debería confesar esto, por los cargos que he ejercido, pero la juventud justifica un poco) y nos tomábamos las cervezas en lata y luego jugábamos futbol con ellas.
Siempre fuimos amigas, pero nunca te conté sobre toda la confusión y las dudas que tenía dentro de mí. De la culpa y la sensación de pecado que me hacían sentir en la iglesia, del miedo a que no pudiera “curarme” de esto y llevar una vida normal.
Nunca te lo conté porque no sabía cómo ibas a reaccionar, no sabía si lo podrías manejar, pero tú estabas allí, eras mi mejor amiga. Me acompañaste cuando mi papá murió, cuándo no tuve más dinero para pagar la universidad y tuve que suspender y trabajar, cuando me gradúe, aunque lo haya hecho un año después que tú.
Después de la universidad seguíamos viéndonos, nos tomábamos un café o salíamos a comer algo, nunca dudé de tu amistad. Un día no pude resistir más, llevaba más de un año saliendo a sitios gay, por fin comenzaba a admitir que no podía esconder más lo que sentía y que definitivamente mi amor jamás lo podría dirigir a un hombre, que mi amor sólo estaría dirigido a una mujer; no a cualquier mujer, no a todas las mujeres, cómo algunos creen, sino a aquella de la cual me enamorara.
Y un día al fin creí que la había encontrado, me enamoré de una mujer y con ella aprendí a aceptar mi orientación sexual, aprendí que no estaba enferma o era pecadora, aprendí que podía ser feliz. Así que decidí compartir esa felicidad con mis dos mejores amigas, con mis amigas de la universidad que tanto me habían apoyado y acompañado en otras ocasiones.
Las invité a S… y a ti a tomar un café y en medio de la conversación comencé a decirles que estaba saliendo con alguien, recuerdo que se alegraron, pero se extrañaron puesto que no me habían conocido un solo novio en la universidad y me habían escuchado decir cientos de veces que el matrimonio no era para mí; claro que el matrimonio con un hombre no era para mí. Les dije que estaba enamorada, pero que la persona con la que estaba saliendo no era un hombre, era una mujer.
No se me ocurrió otra forma de contarlo, no podía decirles que era Lesbiana, esa palabra me impactaba y ofendía demasiado en esa época. Tampoco quería decir que era gay u homosexual, sólo quería decirles que esa persona era una mujer.
Temía mucho por la reacción de S… ella era cristiana, muy devota y fiel a su iglesia, creí que ella me daría la espalda y me enviaría al infierno. Confiaba que tú, por ser más abierta y tranquila quizás entenderías mejor y podrías aceptarlo.
No me equivoqué mucho en la primera reacción, S… lloró y me dijo que, si estaba totalmente segura, estaba sinceramente preocupada por mí y aunque no lo dijo, sé que iría corriendo a orar por mi salvación. Tú, por el contrario, hablaste de los amigos gay que conociste en Brasil y de lo extraordinarias personas que eran, me sentí aliviada, iba a contar contigo.
Sin embargo, pocas semanas después noté que no contestabas mis llamadas, ni asistías a las reuniones que te invitaba. S… por el contrario se encontraba conmigo y me preguntaba cómo estaba, sabía que aún me quería, así sus creencias no estuvieran de acuerdo, ¿pero tú? De ti no sabía nada.
En un último intento por recuperar nuestra amistad, te invité a un cumpleaños en mi apartamento, quizás pensabas que te invitaba para seducirte y fuiste con S… y alguien más. Imagino que para que te protegiera, por la forma como me mirabas, con una combinación de pánico y asco, supe que ya no eras mi amiga y que jamás recuperaría a la persona que me acompañó en tan duros momentos.
Sufrí mucho por tu distancia, por tu silencio, pero sufrí aún más por la hipocresía con la que decías que no tenías problema con los homosexuales. Olvidaste decir que siempre y cuando no fueran tus amigos.
Hoy te escribo no para reclamarte o para hacerte sentir culpable, sino para decirte que gracias a ti y a muchas otras personas que me atacaron y me hicieron sentir culpable por lo que soy y lo que siento, por la persona a la que amo y de la cual la sociedad dice que no debería amar, decidí convertirme en activista y defender nuestros derechos, decidí trabajar para que los jóvenes no tuvieran que volver a sentir ese desplante y ese dolor de ser rechazados por aquellos que se supone que los quieren.
Gracias por hacerme crecer y ojalá algún día puedas entender que la homofobia es odio e ignorancia, no importa como la tratemos de presentar.
Blanca Duran
0 comentarios :
Publicar un comentario