Por Yana Marull (AFP)
BRASILIA mayo de 2011— La Corte Suprema de Brasil, el mayor país católico del mundo, reconoció este jueves por unanimidad la "unión estable" para las parejas del mismo sexo y les garantizó los mismos derechos que a las heterosexuales.
Los diez jueces por unanimidad decidieron que las parejas de hecho integradas por personas del mismo sexo son una "unión familiar" y tienen los mismos derechos que los de las uniones entre mujer y hombre.
"Los que optan por la unión homoafectiva no pueden ser desiguales en su ciudadanía", dijo la juez Camen Lucia. "Nadie puede ser privado de sus derechos por su orientación sexual", añadió por su parte el juez Ricardo Lewandowski.
El presidente del tribunal pidió al Congreso que regule las consecuencias de esta decisión.
"A falta de una ley aprobada por el Parlamento que regule la unión y el matrimonio homosexual, el reconocimiento del Supremo es lo mejor que podía ocurrir. Significa que ningún juez podrá negar esos derechos" como pensión, herencia, extensión de beneficios de salud y adopción de hijos, explicó a la AFP la juez especializada Maria Berenice Dias.
Esta jurista, que ha dedicado años a la causa y preside la Comisión de la Diversidad Sexual del gremio de los abogados de Brasil, explicó que en este país "los derechos de la unión estable son prácticamente los mismos que en el matrimonio, porque se la reconoce como una entidad familiar".
Recordó que algunas parejas gays ya habían conseguido reconocimiento de derechos con las más de 1.000 sentencias que jueces en todo Brasil han proferido en los últimos años, pero ahora la norma será clara y para todos.
"La discriminación genera odio", dijo el juez relator Carlos Ayres Britto.
Activistas de los derechos de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales comparecieron ante el Supremo Tribunal Federal (STF).
"Espero que esta decisión sea un paso importante para otras acciones y que el Senado siga el ejemplo de Argentina, que ya aprobó el matrimonio civil para parejas del mismo sexo", dijo a la AFP el presidente del Grupo Gay de Bahia, Marcelo Cerqueira.
Brasil organiza desde hace años el que se considera el mayor desfile del orgullo gay del mundo, en Sao Paulo, pero también "somos el país número uno en asesinatos, discriminación y violencia contra homosexuales", añadió.
El pedido de la acción judicial en el supremo partió del gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, que reclamó aplicar iguales derechos a todos sus funcionarios, y de la Procuradoría General de Brasil. "Cuando el Estado se niega a reconocer la unión homosexual, sacrifica sus derechos", manifestó el procurador general, Roberto Gurgel.
La Iglesia se opuso frontalmente. "La pluralidad tiene límites", dijo el abogado de la Conferencia de Obispos, Hugo José de Oliveira, quien defendió la unión para hombres y mujeres, como consta en la Constitución.
Obispos reunidos en la asamblea anual en Sao Paulo criticaron duramente la decisión. El arzobispo de Maringá (sur), Anuar Battisti, consideró que representa una "agresión frontal" a la familia", citado por el sitio G1.
"Varios países de la región están reconociendo esos derechos", recordó el abogado del Estado, Luiz Inacio Adams.
El Senado argentino aprobó en 2010 una ley que convirtió a ese país en el primero de América Latina en legalizar en todo su territorio el matrimonio entre homosexuales.
En Colombia, otro país profundamente católico, a las parejas de hecho del mismo sexo se les reconoce los mismos derechos sociales, patrimoniales y de herencia que a las heterosexuales.
Uruguay se convirtió en 2007 en el primer país de América Latina en legalizar la unión civil de parejas homosexuales y dos años después, en aprobar la adopción de niños.
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