DEBIDO A LA PRESIÓN SOCIAL EL MURAL HOMOFÓBICO PINTADO EN LAS PAREDES DE UNA IGLESIA CATÓLICA FUE CAMBIADO POR UN MENSAJE DE RECONCILIACIÓN
La Diócesis de Sincelejo, los voceros de el sector social LGBTI, voceros de la sociedad civil, defensores de DDHH, COS CECAR
COMUNICAMOS CONJUNTAMENTE
“Lo que nos une es el amor de Dios”
En búsqueda de un espacio de diálogo y reconciliación La Diócesis de Sincelejo, representantes del sector social LGBTI, voceros de la sociedad civil y el Centro de Orientación Sociojurídico a Víctimas de CECAR, se reunieron en el despacho episcopal del Obispo, con el objetivo de acercarse.
En la reunión se escuchó la socialización del documento “Levantamiento de la línea base del sector social LGBTI”, Sincelejo 2015, que muestra a través de estadísticas datos que expresan la preocupación por la persistencia de estereotipos y actos de discriminación, sustentado en la ley 1482 de 2016 “Ley antidiscriminación”.
En diálogo fraterno se escuchó a los asistentes y voceros de las organizaciones, se concertó trabajar en favor de los derechos humanos basados en el respeto y el compromiso de eliminar toda forma de discriminación y estigmatización que vulnere y afecte el goce efectivo de derechos.
La Diócesis de Sincelejo asume el compromiso de generar espacios de sensibilización direccionados a fomentar la inclusión y el respeto en las comunidades parroquiales. Se compromete al Secretariado Diocesano de Pastoral Social de la institución para que inicie la formulación de proyectos de atención psicosocial y de formación. Las organizaciones se comprometen a ayudar en la dinamización y socialización de la ley antidiscriminación en los entes que la Diócesis considere pertinentes, y el apoyo para lograr que los miembros del sector acojan los proyectos y aprovechen los espacios que se logren construir.
El llamado del señor Obispo es a ir más allá de la tolerancia y nos recuerda que el “mandato de Jesús es el amor”, todos estamos llamados a propiciar y a beneficiarnos de las riquezas de la “casa común” que nos ha regalado el creador.
Diócesis de Sincelejo, Sincelejo 30 de marzo de 2017
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Monseñor José Clavijo Méndez
Diócesis de Sincelejo
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Hugo Ramos Hernández
Fundación Sucre Diversa
AQUÍ LA DENUNCIA:
La parroquia Cristo Rey firma el grafiti, que para defensores de derechos humanos incita al odio y a la discriminación. Anuncian denuncia penal por este hecho.
Los habitantes del barrio Las Américas, en Sincelejo (Sucre), despertaron este martes con un nuevo y llamativo grafiti en el vecindario. “La venganza de la comunidad LGTBI…se realiza hoy: donde mas nos duele (sic)…nuestros hijos. No es la mejor manera de buscar la paz”, se lee en letras rojas y azules. El mural que se fijó sobre una de las paredes del espacio público es firmado por la parroquia Cristo Rey.
Desde que esta mañana el grafiti apareció, los defensores de derechos humanos han denunciado el hecho y aseguran que este tipo de mensajes solo acentúan el odio y la discriminación de los que históricamente han sido víctimas las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans. Hasta se han anunciado denuncias penales por este hecho.
De acuerdo con Juan Carlos Salas, director de la Fundación Sucre Diverso, la población no entiende el término “venganza”, “¿a qué se refieren? El año pasado se dieron marchas masivas en la región por las supuestas cartillas del Ministerio de Educación y nosotros no dijimos nada, porque respetamos el derecho a opinar”. El activista asegura que pidió agendar una audiencia con el obispo de la capital de Sucre, monseñor José Clavijo Méndez, para pedir explicaciones, ya que la parroquia firma el mural y esta pertenece a la diócesis de Sincelejo, por tanto, habla por la iglesia católica.
Frente a estas acusaciones, la Diócesis de Sincelejo dijo a medios locales que “a raíz de ese mural se han suscitada comentarios explicablemente de rechazo y disgusto, yo quiero explicarles a ustedes que ese no es el procedimiento usual de la iglesia para hacer sus pronunciamientos y declaraciones y que tampoco es ese el pensamiento oficial de la iglesia sino del autor del mural”. Sin embargo, hay silencio en la parroquia Cristo Rey, que se ha negado a entablar cualquier comunicación con los defensores de los LGBTI. El Espectador intentó comunicarse con la parroquia y la diócesis, pero no obtuvo respuesta.
Una fuente le dijo a este diario que un antiguo obispo de la ciudad reconocía que varios sacerdotes prohibían el ingreso de homosexuales a las parroquias por razón de su orientación sexual. Y que incluso se llegó a pedir el traslado de varios curas porque no toleraban y rechazaban a estas personas en su comunidad religiosa.
Con este nuevo grafiti, las organizaciones Sucre Diversa, Cimientos de Luz y Sucre Alternativa, que trabajan por los derechos LGBTI, temen por la seguridad de los miembros de sus fundaciones en el departamento, donde se calcula que hay 27 víctimas LGBTI de paramilitares y guerrillas. Y consideran que es un mensaje de odio que constituye una amenaza.
“Una encuesta que hicimos el año pasado reveló que las personas que constituyen el entorno donde vive la población LGBTI de Sincelejo consideran a estas como personas endemoniadas, que deben ser despreciables y que no merecen o convivir en sociedad. La preocupación que arroja en la tabulación que la homofobia en Sincelejo hay que trabajar y seguir luchando contra ella”, concluyó Salas.
Se viene un pleito penal
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, anunció que en los próximos días se interpondrá ante la Fiscalía una denuncia penal por este caso. El argumento bajo el que se cobijará la acción es la ley antidiscriminación, sancionada hace cinco años y que castiga el delito de la discriminación hasta con 36 meses de prisión y una multa de 15 salarios mínimos. Uno de los agravantes es cuando la conducta se ejecuta en espacio público.
“Este tipo de grafitis públicos incitan a la discriminación, queremos que la Fiscalía investigue a la diócesis de Sincelejo y al párroco de esta. Además, queremos alertar a las autoridades porque en los últimos meses se ha dado una sistematicidad en la región Caribe a partir de grupos religiosos para validar, bajo ejercicios de fe, acciones de odio, desprecio y prejuicio hacia las personas LGBTI, lo que es un caldo de cultivo para la violencia”, dijo Castañeda.
El director de la corporación se refiere a la marcha contra el Mineducación, en la que se “presentaron mensajes de odio hacia personas LGBTI invocando valores religiosos”; a la campaña del No en el plebiscito, que usó también estos argumentos; y a las recientes declaraciones de rechazo del pastor Miguel Arrázola, en Cartagena, contra los gais a los que llamó “maricas”. “Mariquitas empolvados, es lo que son. El roscograma en cachaco es marica”, aseveró el pastor hace unas semanas. Afirmación por la que tuvo que salir a retractarse tibiamente.
Pastor Arrázola amenaza de muerte al periodista que publicó
las cuentas de su iglesia Ríos de Vida
28 Mar 2017 redacción Nacional
Por http://www.elespectador.com
Compañeros @fundsucrediv dan Declaraciones a Medios por MURAL HOMOFOBICO en parroquia Cristo rey de Sincelejo,Sucre https://t.co/5wNeBrfLYn pic.twitter.com/LGvKIUOgfO— OrgulloLGBT +40k ® (@OrgulloLGBT) 29 de marzo de 2017
Resultado de la DENUNCIA Y LA PRESION SOCIAL de @fundsucrediv mural homofobico en Iglesia ha sido cambiado 👍 pic.twitter.com/8htAKdcVde— OrgulloLGBT +40k ® (@OrgulloLGBT) 29 de marzo de 2017
De Sucre con amor
La semana pasada, la Diócesis de Sucre y las organizaciones lgbti de Sincelejo enviaron un mensaje conjunto de amor y reconciliación para luchar contra la discriminación de las personas lgbti en esa región.
La historia comenzó cuando una persona vio un mural que decía: “LA VENGANZA DE LA COMUNIDAD LGBTI… SE REALIZA HOY DONDE MÁS NOS DUELE… NUESTROS HIJOS. NO ES LA MEJOR MANERA DE BUSCAR LA PAZ”. El mural estaba firmado por la parroquia Cristo Rey y había sido pintado meses atrás cuando se dio el debate sobre las medidas contra la discriminación impulsadas por el Ministerio de Educación. El pasado martes, las organizaciones lgbti denunciaron la situación en una rueda de prensa e, incluso, algunas organizaciones de la región como Caribe Afirmativo dijeron que interpondrían una denuncia penal por estos hechos. Todo parecía indicar que se crearía una batalla campal entre personas que apoyan a la Iglesia y los que apoyan a la comunidad lgbti. Se sentían los ecos de los agrios debates recientes sobre religión y sexualidad. De hecho, las organizaciones y activistas lgbti que denunciaron el hecho empezaron a recibir mensajes amenazantes. En otras palabras, se prendió el debate en Sucre sobre este mural.
Entonces ocurrió lo improbable: una mujer católica que hace parte de un grupo universitario de apoyo psicosocial a las víctimas y que trabaja de cerca con las organizaciones lgbti, buscó un contacto con la Diócesis de Sucre de la cual hace parte. Del otro lado, los activistas que observaron los mensajes de odio que había generado su denuncia, decidieron también pedir una cita con el obispo.
En un cruce de caminos y de buenas intenciones, las organizaciones lgbti y el obispo de Sucre se reunieron el pasado jueves para hablar de esta situación. La organización Sucre Diverso presentó al obispo el estado actual de la aceptación de las personas lgbti en Sincelejo. Según una encuesta realizada por esta organización, el 48% de las personas consultadas considera que ser parte de la comunidad lgbti es algo “normal”, mientras el otro 52% se refirió a las personas lgbti usando adjetivos como “desviado” (22%), “inmoral” (12%), “sucio” (12%), “pecaminoso” (10%), “enfermo” (10%), “degenerado” (6%), “vicioso” (4%) y “demoniaco” (4%). Los activistas manifestaron que el mural que la parroquia había hecho profundizaba el estigma y la discriminación. También expresaron que la mayoría de las personas lgbti en el departamento son católicas y son discriminadas por los párrocos que no les permiten participar de la vida comunitaria ni de los sacramentos de la Iglesia. De hecho, la misma diócesis recordó durante la reunión que un grupo de jóvenes lgbti víctimas en el municipio de Chalán son la mano derecha del párroco en sus labores comunitarias.
Después de presentar la difícil situación de los derechos de las personas lgbti en la región, los activistas invitaron al obispo a lograr un cambio conjunto del imaginario discriminatorio. Al final de este encuentro, la diócesis y las organizaciones lgbti construyeron un comunicado conjunto titulado: “Lo que nos une es el amor de Dios”, en el cual la Iglesia se comprometió a incluir a las personas trans que tienen poca escolaridad en sus programas de formación para terminar sus estudios y a fomentar la no discriminación en su trabajo comunitario y parroquial. Al final del comunicado, el obispo dijo que se debería “ir más allá de la tolerancia y nos recuerda que el mandato de Jesús es el amor”. Los activistas, por su parte, se comprometieron a socializar y a divulgar la ley antidiscriminación entre los miembros de la Iglesia.
Las declaraciones del obispo fueron, incluso, mejores que el comunicado. Dijo a la prensa: “el motivo de la reunión fue un hecho que nos avergüenza por lo cual a nombre de la Iglesia pido perdón a las personas afectadas, pero resultó que la reunión nos abrió caminos no solamente para un comunicado conjunto de reconciliación sino para mucho más, para continuar un diálogo… Una convicción de que en la casa de Dios cabemos todos, de que el Cristo que está al lado mío murió por todos nosotros, no hizo discriminación… entonces de esto va surgir un trabajo conjunto a través de la pastoral social…. Y por supuesto que los mensajes de la iglesia sean más positivos, más incluyentes y más a lo que quiere nuestro señor que no hablemos un lenguaje de guerra sino un lenguaje de paz”.
Además, el mural fue borrado y cambiado por otro que dice: “HERMANOS: TAMBIÉN EN LA DIVERSIDAD SE EXPRESA LA TOLERANCIA, EL AMOR Y LA FRATERNIDAD. “PORQUE EL AMOR DE DIOS ES PARA TODOS SUS HIJOS”.
Lo ocurrido en Sucre fue un ejemplo de reconciliación entre personas que no renunciaron a sus principios. Se sentaron a la mesa con argumentos en mano y guiados por sus sentimientos más genuinos con el propósito de luchar contra la discriminación. Superaron el debate de la penalización de las relaciones sociales a través de diálogo. Desactivaron la polarización y con ello evitaron polémicas artificiales e inútiles que fomentan los fundamentalistas religiosos. Además, se envía el mensaje de que las personas que hacen parte de las iglesias y las personas lgbti podemos tener una conversación auténtica y constructiva sobre asuntos morales.
Desde Sucre recibimos un mensaje de construcción local de reconciliación que nos demuestra que la paz es posible pero nace de lo improbable.
*Abogado y activista LGBTI. malbarracin@gmail.com @malbarracin
Compañeros @fundsucrediv dan Declaraciones a Medios por MURAL HOMOFOBICO en parroquia Cristo rey de Sincelejo,Sucre https://t.co/5wNeBrfLYn pic.twitter.com/LGvKIUOgfO— OrgulloLGBT +42k ® (@OrgulloLGBT) 29 de marzo de 2017
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