Los motivos de la academia que respaldan la adopción por parejas homosexuales
LIBERTADES INDIVIDUALES - Cuatro de las principales universidades del país elaboraron varios documentos en los que concluyen que las parejas de homosexuales no presentan ningún obstáculo psicológico o científico para ejercer una paternidad responsable.
La tutela interpuesta por una pareja de lesbianas de Medellín que busca el derecho de la adopción de la hija biológica de una de ellas, abrió en el país la discusión sobre la adopción por parte de parejas homoparentales.
En medio del debate que avanza en el país, la Corte Constitucional, quien se encuentra estudiando el caso, le pidió a la Universidad Javeriana, a Los Andes, a la Universidad Nacional de Colombia y a la Universidad del Valle que emitieran sus conceptos en base de la psicología y en revisiones científicas sobre la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
En todos los informes, presentados este miércoles, los centros académicos coincidieron en afirmar que no existe evidencia que sugiera que las mujeres lesbianas o los hombres gay no puedan ser padres "o que el desarrollo psicosocial de sus hijos esté comprometido en relación con la identidad sexual de sus padres en comparación con aquellos hijos de heterosexuales".
En ninguno de los estudios se encuentra que los hijos de homosexuales estén en desventaja con respecto a hijos de padres heterosexuales. De hecho, los escritos sugieren que el ambiente familiar que proveen los padres gays y lesbianas es tan bueno como el que proveen los padres heterosexuales en cuanto al apoyo y el crecimiento psicosocial de sus hijos.
"Mismas condiciones que los heterosexuales"
La Universidad Nacional, basa su estudio en la Asociación Americana de Psicología, (APA por sus siglas en inglés) y reconoce que no existe evidencia científica acerca de la relación entre orientación sexual de las madres y los padres y la capacidad de maternaje y paternaje. "Las madres lesbianas y los padres gays están en las mismas condiciones que las madres y padres heterosexuales de proporcionar apoyo y ambientes saludables".
Igualmente concluye que la dinámica familiar de las parejas homosexuales ofrece un modelo más igualitario en el aprendizaje de los roles de género que la dinámica familiar de parejas heterosexuales con menores a cargo. Las hijas o hijos de padres gay o madres lesbianas están más preparados para asumir la flexibilidad en los roles de género que exige la sociedad actual, así como las futuras funciones parentales y deciden optar por ellas.
"Los niños tienen el mismo amor y el mismo afecto"
En las conclusiones que se desprenden de los estudios, también se acuerda que no hay diferencias entre los niños criados por padres homosexuales, y consideran que "no existe ninguna razón científica para oponerse a priori a la adopción por parte de las parejas homosexuales".
La Universidad Javeriana, se centra en explicar que lo que define a una familia son sus funciones y no las personas que la componen, debido a las múltiples transformaciones que esta ha sufrido, pasando de las que son constituidas por una pareja de sexo opuesto, a las familias con predominancia femenina, hasta las familias que se organizan de manera diversa con parejas del mismo sexo.
Desde ese punto de vista el afecto y la protección, no dependen de quienes conforman la familia sino del ambiente que exista en el seno de cada una de ellas.
"Los hijos de homosexuales son mayoritariamente heterosexuales"
Otro de los puntos del debate, es si el hecho de que un niño sea adoptado por una pareja del mismo sexo influye en la decisión que tome el menor sobre su vida sexual. La universidad de los Andes resalta que “la investigación empírica de alta calidad muestra que los hijos de las parejas lesbianas, gay y bisexuales no solo no presentan déficits en el desarrollo, sino que su identidad sexual es mayoritariamente heterosexual”.
El estudio de este centro, también expone que la homosexualidad no constituye un factor que explique diferencias psicosociales entre las personas. "Los retos de la familia contemporánea de cara al desarrollo de una identidad acorde con los tiempos implican que los padres desarrollen roles de género parentales mucho menos estereotipados y diferenciados".
En ese mismo sentido, la Universidad del Valle, indica que en la psicología existe "la suficiente confianza para afirmar que nada en las parejas homoparentales se constituye en un obstáculo evidente para llevar a cabo una paternidad responsable y que la identidad sexual de aquellos criados bajo su amparo no estará marcada de manera lineal por la de sus padres".
Tomado de http://www.semana.com/nacion/motivos-academia-respaldan-adopcion-parejas-homosexuales/176568-3.aspx
El plan B para que parejas gay puedan adoptar
Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM
En C. Constitucional hace curso una nueva demanda contra la Ley de Infancia, que regula la adopción.
03 de Mayo del 2012. Mientras la Corte Constitucional define la tutela interpuesta por una pareja de lesbianas de Medellín, quienes buscan que el Bienestar Familiar les dé vía libre para adoptar, este mismo tribunal admitió una demanda contra la Ley de Infancia, que también tiene el mismo objetivo.
Se trata de una demanda de inconstitucionalidad, interpuesta por los ciudadanos Sergio Estrada Vélez, Karen Patricia Ramírez Arcila, Maria Camila Soto Moreno, David José Hernández Hoyos y Allan David Rodríguez contra la expresión "moral", del artículo 68 de la Ley 1098 de 2006.
En este apartado de la ley se establece que quien puede adoptar "haya cumplido 25 años de edad, tenga al menos 15 años más que el adoptable, y garantice idoneidad física, mental, moral y social suficiente".
Según la demanda, admitida en marzo pasado, la Corte Constitucional ya declaró exequible ese apartado en el 2001. Sin embargo, los demandantes aseguran que en dicho fallo se excluyó la posibilidad de que las parejas conformadas por personas del mismo sexo puedan adoptar y que la noción de familia de aquella época, cuando se tomó la decisión, "no corresponde a la actual".
Argumentan, también, que en el 2011 la Corte Constitucional aceptó la posibilidad de otro modelo de familia. "Es difícil entender que el único modelo de familia que quería proteger el constituyente era el derivado del matrimonio" y es necesario "interpretar el artículo 42 de manera amplia a efectos de aceptar otros modelos de familia", citan el comunicado de prensa que emitió el alto tribunal sobre esa decisión.
Además, aseguran que en la época cuando el alto tribunal tomó la decisión en 2001 no existían "nuevos estudios científicos elaborados por el Observatorio sobre Infancia del Centro de Estudios sociales de la Universidad Nacional" que, para los demandantes, dan cuenta de la transformación que ha tenido el tema.
Procuraduría, en desacuerdo
Lo concreto es que sobre esta demanda, que tendrá que resolver el magistrado Jorge Pretelt Chaljub, se acaba de pronunciar la Procucuraduría.
El Ministerio Público le acaba de enviar un concepto a la Corte Constitucional en la que le solicita que se declare inhibida porque ese tribunal ya se pronunció sobre lo mismo en el 2001 y por eso, en su criterio, ya es cosa juzgada. "La acción de constitucionalidad no puede perseguir que la Corte Constitucional fije políticas públicas o simplemente cambie de postura sobre un precedente que tiene fuerza de cosa juzgada", afirmó la Procuraduría.
Y agregó: "Los problemas de orfandad y, en general, las graves violaciones a los derechos de los niños en Colombia no se derivan ni podrían derivarse de que se exija la idoneidad moral de los adoptantes. Por el contrario (...) si se eliminara la expresión demandada del artículo 68, entonces obviamente deberá entenderse que todas las personas podrían adoptar independientemente de su conducta moral, lo cuál significaría desconocer el derecho a la integralidad moral de los niños, niñas y adolescentes y no resolvería, en forma alguna, los problemas de los niños en condiciones de adoptabilidad de nuestro país", señala el concepto de la Procuraduría.
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM
¿Qué significa una familia?
Por: Elespectador.com
Aunque se reconoce como el núcleo de nuestra sociedad, como la forma primaria y más importante de proximidad, no por esto la familia se reduce a un modelo único y universal.
Antes al contrario, las hay de todo tipo, y se definen tanto por los lazos de sangre, como por los lazos jurídicos, económicos y, sobre todo, afectivos. Así, hay madres y padres solteros, familias compuestas por la abuela y sus nietos, o nuevas familias que tras divorcios se reorganizan, muchas veces, bajo dos techos. También hay tíos que quedan a cargo de sus sobrinos, padrinos de sus ahijados o hermanos que simplemente quedan solos. Del mismo modo hay familias conformadas por dos mujeres, como aquélla de Ana y Verónica, que hoy pelean por algo que debería estar ya concedido: la igualdad de los derechos de sus hijos. Hoy, aunque ambas aportan al sostenimiento de su hogar, se dividen el cuidado de sus dos pequeños y tienen una relación estable, Verónica no ha podido adoptar a los hijos biológicos de Ana.
Su caso, tras la negativa de Bienestar Familiar, está ahora en manos de la Corte Constitucional y se encuentra ad portas de ser fallado. ¿Representa esta tutela una lucha política? Sí, como lo dijo Ana: “Por la sexualidad no se puede juzgar todo lo demás”. Pero también, y principalmente, se trata de una batalla práctica, de esas que afectan el diario vivir. Cuando Ana se va de viaje, Verónica se las tiene que arreglar para que sus hijos puedan ir al médico, y si Verónica muriera sus pequeños no podrían heredar. Ella es profesora universitaria, pero cuando sus hijos crezcan no podrán obtener los descuentos en las matrículas, y si Ana falleciera los niños quedarían solos, aunque ya tienen otra mamá. Por esto replica Verónica: “Que monseñor (Juan Vicente Córdoba) me diga homosexual, no me importa. Lo que me indigna es que por su culpa discriminan a los niños”. Y no se equivoca: aunque en la vida real tienen dos madres, las instituciones de este país les reconocen sólo a una.
El derecho, pese que algunos así lo quisieran, no crea familia, sólo la regula. Sin embargo, las leyes colombianas no han sido capaces de ponerse a la fecha con las dinámicas sociales. Las familias homoparentales son ya un hecho, y es labor del Estado traducir esta configuración social en códigos normativos. Más aún cuando el retraso evita que muchos niños cuenten con las garantías que les ofrece un hogar institucionalmente reconocido; uno que, por lo demás, puede llegar a ser tan bueno como cualquier otro.
La Universidad Nacional, la Universidad del Valle, la Universidad de los Andes, y la Pontificia Universidad Javeriana confirmaron la semana pasada lo que se sabía: una pareja homosexual puede educar tan bien como una pareja heterosexual. Es más, lo puede hacer mejor, pues los niños nacen en un ambiente de tolerancia en el que no se replica la histórica división de roles discriminatoria con la mujer. De igual manera desmintieron que la sexualidad de los padres se transmita a los hijos, y recalcaron que no hay evidencia de ningún tipo de rechazo en estos casos. Un resultado que coincide, por lo demás, con muchos otros estudios realizados en el resto del mundo, donde ya se acepta la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Sin duda, desde hace tiempo y en muchos países, familia ya no es aquella conformada por un hombre y una mujer. Por esto se espera que en Colombia la igualdad de derechos no siga cediendo ante la jerarquía social y sus costumbres. “Uno no tiene que huir de su país para que lo reconozcan”, dice Verónica, y tiene toda la razón.
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