Él y la teniente Sandra Mora son ejemplos de la situación de homosexuales en la Fuerza Pública. Ella logró su reintegro y él demanda para regresar.
Por: CATALINA OQUENDO B. El Tiempo
El teniente William Viasus soñaba con ser general. Era un oficial con una vida normal: viajaba a pueblos, era comandante de estación, lo encargaban de escuadrones de carabineros en zonas de conflicto. Llegó a conducir hasta 400 policías y obtuvo 45 felicitaciones durante su servicio. Pero bajo su uniforme verde oliva llevaba una carga: no poder expresar su condición sexual.
Después de 10 años, llegaron los rumores: el teniente no tiene novia; al comandante nunca se le ve con nadie, debe ser gay. Y con los rumores, las indagaciones y con ellas, un traslado y tres meses más tarde, el retiro. En 2007 la Policía usó la facultad discrecional para destituirlo y ahora él demanda a la institución porque, asegura, lo sacaron por ser gay. Viasus es el primer oficial hombre que habla públicamente de su homosexualidad y destapa una situación inocultable en la Fuerza Pública. "No quería vivir como muchos de los gay que hay en la institución y llevan una doble vida: casados y con hijos. No, yo quería una vida honesta y vivía mi sexualidad en soledad", dice el teniente que hoy es asesor de productos alimenticios.
Por eso, cuando en el 2006 un coronel lo confrontó, él respondió que sí, que era homosexual. "Me aseguró que podía confiar en él, que era una persona de vanguardia. Como no había hecho nada malo le conté, pero le aclaré que con nadie de la institución me había involucrado y vivía mi homosexualidad muy en privado", cuenta Viasus, quien para esa época estaba en Córdoba en un escuadrón encargado de erradicación de coca. Estando allí fue alertado por otro oficial: su caso estaba en "las altas esferas" y buscaban trasladarlo de unidad y después retirarlo por homosexual. Esa es justamente la prueba que tiene en la demanda: la declaración de su superior, un coronel retirado, que dijo ante el Juzgado de Facatativá, donde está el proceso, que dos oficiales de alto rango en Córdoba lo llamaron para preguntarle por la condición sexual de Viasus. "Nunca tuve queja de los aproximadamente 600 hombres que tuve bajo mi mando que me informasen que habían sido abordados o acosados sexualmente por el teniente Viasus(...)", dice la declaración. Como se lo advirtieron, lo enviaron a San Vicente del Caguán y allí, una noche de 2007 recibió la noticia de su destitución. "Quedé helado, la muerte institucional", recuerda.
Lo que vino después fue empezar de civil, de cero. Abrió una papelería y se quebró, no pudo volver a pagar la universidad a su hermana, asumió su homosexualidad en la familia, consiguió pareja y ahora luce un anillo de compromiso. Pero la pelea jurídica no avanza y, a juzgar por otros casos de gays en la Fuerza Pública, le espera una larga lucha para volver a la Policía. Sin embargo, este martes Viasus recibió una noticia que le permite pensar que algún día volverá a sus tiempos de oficial.
Reintegro tras 11 años
El mismo día que el presidente Barack Obama dijo que los militares homosexuales "pueden defender la patria que aman sin importar a quien aman", el Tribunal Administrativo del Meta tomó una decisión en esa vía. Un fallo radical para la Fuerza Pública del país: el reintegro de Sandra Mora, la teniente lesbiana que había sido retirada de la Policía por su orientación sexual.
Para ella fueron once años de espera, de "lágrimas" para volver a la institución que defiende, a pesar de todo, y de la que salió por la facultad discrecional pues argumentaban que estaba relacionada con paramilitares. Desde ese momento comenzó una batalla jurídica que terminará en un mes, cuando se reintegre.
"La sentencia fue una acción a la verdad, quedó claro que se abusa de la facultad discrecional de la Policía y se demostró que el trasfondo del retiro fue mi orientación sexual", dice Mora, quien aún no sabe en qué área de la Policía será ubicada y no espera un trato preferencial. Durante esos años de espera, ella descubrió que el tema homosexual en las filas es creciente y a todos los niveles. De hecho, en el 2009 un patrullero ganó una tutela para afiliar a su pareja a la seguridad social. Él sigue en la institución y creó una Asociación de Policías y Militares Lgbt, que reúne a 32 uniformados, por ahora anónimos.
"Yo logré restituir mi dignidad. Espero que mi caso sirva para que a Viasus y a muchos les reconozcan sus derechos", concluye Mora, altiva.
Gral. Naranjo dice que hay tolerancia
El director de la Policía, general Óscar Naranjo, al ser consultado por EL TIEMPO sobre la posición de la institución frente a la presencia de uniformados homosexuales, señaló que "no existe discriminación" ni en la selección de personal ni cuando están dentro y que "son admitidos siempre y cuando sus tendencias sexuales no interfieran con su desempeño profesional". Agregó que se "entiende bien que el ámbito privado e íntimo de las personas, mientras no afecte el ejercicio de la autoridad, lo asume cada policial de manera responsable". Sobre el caso de la teniente Sandra Mora, aseguró que tanto en esta situación como en otras ordenadas por jueces, "se acatan las disposiciones de la Justicia".
Hace dos años Naranjo, firmó una directiva en la que se dan instrucciones para que exista comunicación directa con la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas e intersexuales) para garantizar sus derechos.
Obama y la batalla de los gay
Abolió ley que los discriminaba en filas de ejército
En Estados Unidos los gays ganaron una de las peleas más importantes al lograr que fuera revocada la polémica política 'Don't ask, don't tell' (No pregunten, no digan), por la que aquellos que se declaraban abiertamente homosexuales o eran denunciados de serlo podían ser expulsados de las Fuerzas Armadas.
Se trató de un paso histórico del presidente Barack Obama, quien a pesar de la oposición de no pocos en el Congreso, consiguió derogar la ley que los discriminaba en el Ejército.
Cuando, en unos meses, la medida entre en vigencia, muchos de los militares afectados volverán a alistarse y otros se dedicarán a la lucha por los matrimonios homosexuales. La política llevó a más de 13.000 expulsiones desde que entró en vigor, hace 17 años, incluyendo 59 especialistas en lenguas árabe y farsi.
La situación en América Latina
En Chile, Uruguay, Perú, Brasil y Argentina, se ha decidido que es inconstitucional discrimnar en el acceso y ascenso de una persona en las fuerzas armadas por razón de su orientación sexual.
En Venezuela nunca se ha tratado el tema en el Gobierno y quienes son homosexuales en las filas generalmente piden su baja. Nadie se ha atrevido a discutirlo ante los tribunales.
0 comentarios :
Publicar un comentario