El objetivo del Mininterior es publicar un guía que oriente sobre cómo debe atender el sistema de salud a las personas trans, en especial a las que inician su tránsito de género. En un año se planea tenerla lista.
Los vacíos son más que las certezas a la hora de determinar cómo debe atender el sistema de salud a las personas trans y qué servicios deben recibir en el plan obligatorio de salud. Aunque la Corte Constitucional ya ha dicho que es un derecho el cambio de identidad de género y que en el POS está incluido el paquete de reasignación, a la hora de poner en práctica el sistema de salud no se pone de acuerdo. Algunos procedimientos son considerados por prestadores de salud como estéticos, y por eso las personas deben acudir a la tutela para exigir sus derechos fundamentales.
No hay protocolos e información, lo que ha sido considerado por autoridades gubernamentales como un problema de salud pública. Por eso el Ministerio del Interior, el Ministerio de Salud y otras organizaciones dieron los primeros pasos para crear una guía que establezca las rutas y procedimientos que deben seguir los profesionales médicos cuando las personas transgénero solicitan atención médica. Eso incluye, por ejemplo, la necesidad de intervenciones corporales y tratamientos hormonales. El objetivo es que no se sigan violando los derechos fundamentales de las y los trans y que reciban atención digna.
Un equipo conformado de mujeres y hombres trans y profesionales en distintas disciplinas se dieron a la tarea de trabajar de manera presencial con miembros de esta población en cuatro ciudades: Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá (donde el encuentro es el 13 de septiembre en la Universidad de Los Andes). La siguiente fase es abierta a toda la población trans del país y a través de internet. De manera virtual, estos ciudadanos deben completar una encuesta disponible en el portal www.saludtrans.com. El cuestionario estará disponible en línea hasta el 5 de octubre.
El documento que surta de estos estudios también será un insumo para el personal médico. Ya que el trato deshumanizado es una de las barreras al acceso al sistema de salud para las personas trans, según estudios de la Organización Panamericana de la Salud y Colombia Diversa.
Otro de los obstáculos a los que se enfrenta esta comunidad es la patologización para poder acceder a un tránsito de género. Es decir, las personas trans tienen que someterse hoy a una evaluación psiquiátrica y ser diagnosticadas con disforia de género para iniciar su proceso. Ese certificado es el que acredita a quienes desean practicarse modificaciones corporales. De acuerdo con Naciones Unidas, esta exigencia “constituye una forma de psiquiatrización forzada que puede equivaler a tortura y tratos crueles. Por tanto, vulnera derechos fundamentales y humanos como la dignidad humana”.
La guía buscará abolir esas formas de discriminación y promover servicios de salud basados en el consentimiento informado y libre de patologización.
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