"Esta noche está dedicada a todos los que creen en la paz y la libertad. Somos una unidad", dijo sollozando Conchita Wurst, de 25 años, nada más proclamarse ganadora de la 59ª edición del Festival de Eurovisión. "Aquí recibí mucho más que sólo un trofeo", sostuvo. Su coronación, celebrada por los eurofans, provocó el enfado y el malestar entre quienes critican a los homosexuales y, en especial, a una parte de la sociedad rusa. "Nuestra indignación no tiene límites. Este es el fin de Europa", fueron los términos empleados por el político nacionalista Vladimir Zhirinovsky en la televisión estatal rusa.
En Copenhague, Wurst apenas podía hablar presa de la emoción."Para mí, mi sueño se hizo realidad. Pero para la sociedad, me demostró que las personas quieren avanzar, mirar al futuro. Dijimos algo, hicimos una declaración", indicó. "Hace 50 años, el ejército soviético ocupó Austria. Su marcha fue un error. Debería haberse quedado", señaló el presidente del Partido Liberal Democrático de Rusia, conocido por sus declaraciones escandalosas.
La cascada de declaraciones contra Wurst ha sido constante desde Rusia. El cantante de rap y actor Timati publicó en su cuenta de Instagram que la victoria Conchita Wurst es consecuencia de la "enfermedad mental de la sociedad contemporánea. No me gustaría tener que explicar a mis hijos algún día por qué dos hombres se besan o por qué una mujer camina con una barba teñida y que se suponga que es algo normal".
En junio de 2013, Putin firmó la ley que castiga la propaganda homosexual en Rusia. Los promotores del texto sobre los gays (que finalmente fue aprobado con 434 votos a favor, ninguno en contra y una abstención) creen que la heterosexualidad está amenazada por culpa de una propaganda homosexual que "persigue la formación entre los menores de edad de cánones sexuales no tradicionales", asegura Yelena Mizúlina, jefa del comité parlamentario de Familia, Mujeres e Infancia y diputada del partido socialdemócrata Rusia Justa.
La normativa establece que si el infractor tiene un cargo público reciba una multa de 40.000 a 50.000 rublos (entre 1.000 y 1.250 euros). Si se trata de una persona jurídica la sanción puede ir de 800.000 al millón de rublos (de 19.000 a 23.500 euros). El castigo se recrudecerá si para tal propaganda se usan medios de comunicación.
Conchita, preguntada sobre si tenía un mensaje para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, respondió: "No sé si está viendo el espectáculo. Pero si lo está haciendo, creo que le diría: 'Somos imparables'". La sueca Sanna Nielsen, que quedó en tercera posición, mostró su alegría por el triunfo de Wurst y que proclamó que era algo "grandioso" para Eurovisión. "Se trata de aceptación y derechos humanos", declaró ante los periodistas.
La estrella del pop ruso Filipp Kirkorov, y productor de las representantes rusas de esta edición -que fueron muy pitadas- considera que la victoria de Wurst debe hacer replantearse a Rusia su posicionamiento homófobo. "Quizás este triunfo sea una forma de protesta contra algunos de nuestros planteamientos. Debemos hacer una reflexión".
En medio de toda la polémica, la Comisión Europea (CE) expresó sus felicitaciones a Wurst: "¡Felicidades a Conchita Wurst por ganar el Festival de la Canción de Eurovisión de 2014!", señaló el Ejecutivo comunitario a través de su cuenta en la red social Twitter.
Referéndum para no estar con gente 'como Conchita'
El gobernador popular de la localidad ucraniana Járkov, nombrado por los prorrusos, Vladímir Varshavski, ha pedido que un referéndum separatista en esta región ucraniana para no estar "con gente como Conchita". "O estamos con el Donbass (la cuenca minera del este ucraniano) o estamos con gente como Conchita", afirmó el autoproclamado gobernador, según el portal digital ruso Gazeta.ru.
Por ello, Varshavski hizo un llamamiento a los líderes de la sublevación prorrusa en Járkov para que se organice la consulta, similar a la que se celebra en las vecinas regiones de Donetsk y Lugansk. Los promotores del referéndum en la región de Járkov decidieron no celebrarlo junto con las otras regiones, en respuesta a la petición del presidente ruso, Vladimir Putin, quien instó a las regiones rebeldes ucranianas a posponerlo.
Conozca a Conchita Wurst, ganadora del Festival Eurovisión
Con la canción Rise like a Phoenix, el cantante austríaco Tom Neuwirth, personificando a Conchita Wurst, fue el ganador de la edición 59 del Festival de Eurovisión, en Copenhague (Dinamarca).
Conchita Wurst, la cantante austríaca ganadora del Festival de Eurovisión, dedicó su triunfo a quienes creen "en un futuro sin discriminación" y advirtió de que es también un mensaje a algunos políticos, como el presidente ruso Vladimir Putin.
"No fue solo un triunfo solo para mí sino para la gente que cree en un futuro que funciona sin discriminación y basado en la tolerancia y el respeto", dijo Conchita Wurst en una concurrida rueda de prensa tras su regreso a Viena.
Conchita Wurst es un personaje creado por Tom Neuwirth, un diseñador de moda y cantante homosexual de 26 años. Tras quedar segundo en "Starmania", un programa busca talentos de la televisión pública austríaca en 2006, formó parte brevemente de un grupo musical. En 2011 se reinventó a sí mismo y apareció en un nuevo concurso ya como Conchita Wurst. Neuwirth explica que Conchita surgió como una respuesta a la intolerancia que sufrió de adolescente debido a su homosexualidad.
Wurst conquistó Eurovisión con una buena voz, un tema pegadizo y una estética provocadora: una llamativa barba que contrasta con su cuidado maquillaje y sus ajustados vestidos de noche.
La artista "alter ego" del cantante Tom Neuwirth fue recibida en el aeropuerto de Viena por varios miles de seguidores que no cesaban de corear el "Rise like a Phoenix", la canción con la que conquistó ayer el segundo triunfo de Austria en Eurovisión, tras el logrado en 1966.
Con el trofeo en la mano y repartiendo sonrisas y saludos, Wurst fue acosada por una nube de periodistas que querían captar su triunfal regreso a Austria. Conchita Wurst afirmó ante los medios que su victoria es un mensaje a "algunos políticos", entre los que señaló a Putin, aunque insistió en que no se trata de abrir un debate de derechos humanos entre Europa y Rusia.
"La tolerancia no tiene fronteras. También en Rusia hay lugares donde soy muy bien bienvenida", dijo Wurst, que recordó que su actuación recibió de ese país cinco puntos, lo que muestra que "no todo el mundo en ese país tiene las mismas opiniones" sobre la homosexualidad.
Por eso, dejó claro que su mensaje va más allá de las fronteras y se dirige a "políticos que conocemos".
"Solo les quiero decir que, al final, el bien siempre gana y que somos imparables", declaró respecto a quienes, como ella, creen en la tolerancia.
Con todo, Conchita Wurst aseguró que no pretende ser una embajadora de la tolerancia sino solo poner su granito de arena en una tarea en la que, dijo, afortunadamente no está sola.
"Hay gente más poderosa que yo que podría hacer más. Pero a mí me dieron este don. Para mí es importante, y mi obligación como artista es trabajar en ese sentido", declaró.
Wurst también se refirió a las críticas que recibió en su propio país cuando fue designada para concursar en Eurovisión. Una encuesta en un diario sensacionalista de gran tirada concluyó que el 79 por ciento de los austríacos no estaba orgulloso de su candidata.
"Los comentarios en mi contra no me interesan. No me interesaron antes ni me interesan ahora", sentenció.
Respecto a los planes de futuro, reconoció ser ambiciosa. "Quiero el mundo entero", confesó.
"Mi gran objetivo es un Grammy. Y en el camino cogeré todo lo que pueda", prometió Wurst, que ha recibido ya ofertas de productores de Los Ángeles y de distintos eventos de celebración del orgullo gay.
Wurst también tuvo palabras para la concursante española en Eurovisión, Ruth Lorenzo, que quedó en el décimo puesto de la clasificación.
"La señorita Lorenzo tiene un talento por encima de lo normal. He subido al escenario bajo lágrimas y me crucé con ella, tenía ganas de darle un abrazo, fue bonito ver que ella se alegrara por mí", rememoró. EFE
Conozca a Conchita Wurst, ganadora del Festival Eurovisión
Con la canción Rise like a Phoenix, el cantante austríaco Tom Neuwirth, personificando a Conchita Wurst, fue el ganador de la edición 59 del Festival de Eurovisión, en Copenhague (Dinamarca).
Conchita Wurst, la cantante austríaca ganadora del Festival de Eurovisión, dedicó su triunfo a quienes creen "en un futuro sin discriminación" y advirtió de que es también un mensaje a algunos políticos, como el presidente ruso Vladimir Putin.
"No fue solo un triunfo solo para mí sino para la gente que cree en un futuro que funciona sin discriminación y basado en la tolerancia y el respeto", dijo Conchita Wurst en una concurrida rueda de prensa tras su regreso a Viena.
Conchita Wurst es un personaje creado por Tom Neuwirth, un diseñador de moda y cantante homosexual de 26 años. Tras quedar segundo en "Starmania", un programa busca talentos de la televisión pública austríaca en 2006, formó parte brevemente de un grupo musical. En 2011 se reinventó a sí mismo y apareció en un nuevo concurso ya como Conchita Wurst. Neuwirth explica que Conchita surgió como una respuesta a la intolerancia que sufrió de adolescente debido a su homosexualidad.
Wurst conquistó Eurovisión con una buena voz, un tema pegadizo y una estética provocadora: una llamativa barba que contrasta con su cuidado maquillaje y sus ajustados vestidos de noche.
La artista "alter ego" del cantante Tom Neuwirth fue recibida en el aeropuerto de Viena por varios miles de seguidores que no cesaban de corear el "Rise like a Phoenix", la canción con la que conquistó ayer el segundo triunfo de Austria en Eurovisión, tras el logrado en 1966.
Con el trofeo en la mano y repartiendo sonrisas y saludos, Wurst fue acosada por una nube de periodistas que querían captar su triunfal regreso a Austria. Conchita Wurst afirmó ante los medios que su victoria es un mensaje a "algunos políticos", entre los que señaló a Putin, aunque insistió en que no se trata de abrir un debate de derechos humanos entre Europa y Rusia.
"La tolerancia no tiene fronteras. También en Rusia hay lugares donde soy muy bien bienvenida", dijo Wurst, que recordó que su actuación recibió de ese país cinco puntos, lo que muestra que "no todo el mundo en ese país tiene las mismas opiniones" sobre la homosexualidad.
Por eso, dejó claro que su mensaje va más allá de las fronteras y se dirige a "políticos que conocemos".
"Solo les quiero decir que, al final, el bien siempre gana y que somos imparables", declaró respecto a quienes, como ella, creen en la tolerancia.
Con todo, Conchita Wurst aseguró que no pretende ser una embajadora de la tolerancia sino solo poner su granito de arena en una tarea en la que, dijo, afortunadamente no está sola.
"Los comentarios en mi contra no me interesan. No me interesaron antes ni me interesan ahora", sentenció.
Respecto a los planes de futuro, reconoció ser ambiciosa. "Quiero el mundo entero", confesó.
"Mi gran objetivo es un Grammy. Y en el camino cogeré todo lo que pueda", prometió Wurst, que ha recibido ya ofertas de productores de Los Ángeles y de distintos eventos de celebración del orgullo gay.
Wurst también tuvo palabras para la concursante española en Eurovisión, Ruth Lorenzo, que quedó en el décimo puesto de la clasificación.
"La señorita Lorenzo tiene un talento por encima de lo normal. He subido al escenario bajo lágrimas y me crucé con ella, tenía ganas de darle un abrazo, fue bonito ver que ella se alegrara por mí", rememoró. EFE
1 comentarios :
Me encanta Conchita, su voz, su presencia y su elegancia. Ella podría convertirse en un icono de la moda. Yo me considero un fans de ella.
Publicar un comentario