¿Amar desde la necesidad o desde la libertad?
Por: Sergio Nochebuena*
Estamos por comenzar un nuevo año y tal vez sería bueno que hicieras un alto en el camino, se vale. Detente un poco, respira y observa cómo estás cubriendo tus necesidades sexuales, emocionales y sociales hasta ahora.
¿Cómo te sientes con ello? Cuando aprendes a estar contigo es como vivir en un constante viaje de autoexploración. Tu vida ha de tener siempre algún sentido para ti. He escuchado algunas personas que dicen necesitar una pareja para que les cubra el tiempo libre. Cuidado, eso es un mal recurso y estarías amando desde la necesidad.
Ser pareja ha de suponer un enriquecimiento personal y conjunto. Siempre he pensado que las parejas necesitan comunicar sus límites, llegar a acuerdos y con el tiempo quizá modificarlos. Los contratos que establecemos no son para toda la vida, son variables y se pueden recontratar. Cada quien configura una relación de pareja con base en su historia personal, familiar y por supuesto, sus propias creencias socioculturales.
Ten en cuenta que la ceguera emocional es un lujo que podría salirte muy caro y que la mayoría de las veces es autodestructiva, ya que el apego tiene la peligrosa propiedad de aumentar las virtudes y disminuir los defectos, según convenga. Por el contrario, cuando amas desde la libertad implica un saber estar y crecer como personas, con relaciones de igualdad, no posesivas, desde el bienestar propio y el placer de compartir.
Recuerda que cuando respetes tus propios límites, los demás también aprenderán a respetarlos, la gente tiende a vivir de acuerdo con tus valores. No tengas miedo a marcar tus propios límites.
Como educador de la sexualidad debo decirte que la vida erótica libre no elimina la responsabilidad, es más, incrementa el bienestar en general. Nuestro cuerpo es lo único que tenemos y con él vivimos y nos relacionamos desde nuestra sensualidad, la mirada, el contacto de la piel, la escucha, lo que decimos, es decir, son las formas que tenemos de contactar y conocer el mundo y a las personas con quienes convivimos.
En este sentido el sexo es la expresión física de un montón de cosas como amor y alegría, emociones profundas, una cercanía intensa, conexión, consciencia espiritual, sentimientos increíblemente agradables, a veces incluso, un éxtasis trascendente. El sexo, además de placer genital, ha de producir satisfacción personal.
Aprende a hablar con claridad, pero, sobre todo a escuchar, es vital. Ojalá que este año nuevo pongas en práctica la escucha activa, escucha lo que tu pareja tiene que decirte sin interrumpirle. Ya sé que aprender de los propios errores no es nada divertido, incluso podría resultar doloroso, pero es mejor que no aprender absolutamente nada. Te lo aseguro.
Te mando un fuerte abrazo desde la Ciudad de México y que los placeres de la vida siempre te dejen un buen sabor de boca
¡Feliz Año 2024!
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