Los sexos no son dos, sabemos que NO todos los seres son machos o hembras; hay Intersexuales, los sexos son más de 100.

Trabajar o ser parte de una asociación LGTBI no implica saber sobre sexualidad, es necesario actualizarse, ser incluyentes, asumir las diversidades no sólo como parte del discurso sino como principio ético de acción social y política. Nacer con Pene por mucho tiempo se vinculó a ser y Sentirse Hombre y nacer con Vulva significaba ser y Sentirse Mujer”. 

Pero, ser hombre o mujer no es una categoría biológica. Los sexos no son dos, sabemos que NO todos los seres son machos o hembras; hay Intersexuales, los sexos son más de 100.

Sabemos que NO todos los seres son masculinos o femeninos, el género tampoco es binario, incluso cambia en diferentes zonas de un mismo país. 

El género es un punto en un continuo en el que los extremos, que son móviles y dinámicos, son la “masculinidad” y “la feminidad” (perspectiva del “deber ser”).

Las masculinidades y las feminidades NO son estáticas sino ecosistémicas: propias de un tiempo, de una cultura, de una sociedad y de unas relaciones sociales, pero especialmente es una construcción particular.

Hay personas que viven en las masculinidades o feminidades como también hay personas transgénero, e igualmente hay personas con género fluido, género queer, agéneros. (MAVM).

Por Manuel Antonio Velandia Mora con Sexólogos/as Sin Fronteras Alicante, Sexologos Sin Fronteras (sxlgsf.org)

Manuel Antonio Velandia Mora 

Twitter @manuelvelandiam

PhD, Enfermería y Cultura de los cuidados. Autor de Desde el cuerpo

CoFundador del Movimiento de Liberación Homosexual en Colombia