El padre Carlos Novoa y el activista gay Kike Alvarado mientras discutían sobre la pertinencia de la unión homosexual en un país laico como Colombia.
El padre Carlos Novoa, de la Universidad Javeriana, admite que los homosexuales tienen derecho a establecer relaciones.
Por: Daniella Sánchez, EL ESPECTADORPadre Carlos Novoa: Soy un hombre de ciencia, profesor investigador de ética en la Javeriana. Estudio los temas de la sexualidad, entre ellos el de la homosexualidad. Las personas predilectas de Jesús son las perseguidas, por eso creo que las lesbianas y los homosexuales son hijos e hijas predilectas de Dios. De hecho ese es el título de un texto que escribí para una revista de la universidad. Por desgracia estamos viviendo en una sociedad homofóbica, que no respeta ese estado, el cual está contemplado como una enfermedad. La síntesis de la Iglesia católica es respetar a las personas con estas tendencias. Soy reacio a las posiciones irrespetuosas, las que censuran, las inquisidoras, las oscurantistas; mi actitud frente a esta tendencia es de diálogo. Sé que en algunos sectores de la Iglesia todavía tienen una posición sectaria que no comparto. Pero con respecto al matrimonio homosexual no me resulta claro, porque la familia se compone de una imagen materna y paterna y hay varias teorías psicológicas que así lo confirman.
Kike Alvarado: La Iglesia ha sido clara en que podemos ser parte de su comunidad. No obstante, no hay una aceptación en la práctica, ‘puedes ser homosexual pero no lo practiques’, ese es el mensaje que nos dan. Según la Iglesia, la finalidad del acto sexual entre un hombre y una mujer es procrear, por eso rechazan el condón, ¿pero y nosotros? Tú puedes ser parte de la Iglesia en tanto no ejerzas, en tanto no seas. Eso es una vulneración.
Padre Novoa: Dígame usted, ¿cuál es el ejercicio de la homosexualidad?
Alvarado: Que una persona pueda expresar su afecto, erotismo y sexualidad con otra persona del mismo sexo, en pareja. Que puedan darse un beso y cogerse la mano mientras hacen una fila para el cine, porque un hombre puede coger y darle un beso a su mujer, pero no es bien visto que un hombre le dé un beso a su pareja en caso de que sea del mismo sexo. En esa medida, la Iglesia te plantea que puedes ser homosexual pero no puedes hacer ciertas cosas. Eso lo veo como una vulneración. Estar en una religión que no me permite llevar el amor a su máxima expresión no tiene sentido. Y sí, como usted dice, sí hay vulneraciones más directas, que nos agreden más, pero debe reconocerse que no son posturas de la Iglesia.
Padre Novoa: Son sectores minoritarios de la Iglesia o de la sociedad en general que manejan los debates de formas agresivas y quiero subrayar que se separan de la postura formal que tiene la comunidad católica. El papa Juan Pablo II siempre dejó claro, y lo cito textualmente: “Las lesbianas y los homosexuales son hijos de Dios, sujetos de una radical dignidad e igualdad y por ningún motivo deben ser discriminados”.
Alvarado: Hay vulneración directa en tanto existen personas homofóbicas. La homofobia sí es una enfermedad, no la homosexualidad. Y veo vulneración en que una religión nos tenga que limitar en nuestra personalidad por ser homosexuales frente a la a la posibilidad de unirnos en una institución como el matrimonio.
Padre Novoa: Y con respecto a lo que usted dijo anteriormente, para la comunidad católica el fin último no es la procreación, hoy la pareja tiene dos funciones: unitiva y procreativa. Le corresponde a la pareja decidir cuándo quiere tener hijos y cuántos quiere tener.
Alvarado: ¿La Iglesia permite el sexo no procreativo, el sexo que es solamente por placer?
Padre Novoa: Por supuesto, en la pareja. Sabemos que eso puede llegar a unir a dos personas de formas extraordinarias. Es posible hablar de concesión ética para los homosexuales porque gracias a Dios estamos en un país laico donde podemos tener cualquier religión. Su postura merece respeto y los asuntos de convivencia hay que resolverlos constitucionalmente y por medio de la opinión pública. Hay sectores homosexuales ‘catolicofóbicos’. Aunque no lo crea, a mí se me ha agredido también.
Alvarado: Yo no le tengo fobia a la Iglesia. A decir verdad, no soy creyente.
Padre Novoa: Ni la homofobia ni la ‘catolicofobia’. La homofobia es irrespetuosa, no es ética ni humana. En este país nos está matando la incapacidad para aceptar diferencias. Yo lo respeto a usted. Nuestra comunidad lo respeta. Es más, en la Universidad Javeriana existe un grupo de apoyo homosexual llamado Stonewall (Pared de Piedra), es un grupo que incluso es apoyado por la directiva de la institución educativa. En éste se comparten espacios, se manifiestan inquietudes, se vive y se deja vivir.
Alvarado: Sí, lo conozco. Stonewall en referencia a la revuelta creada por homosexuales y lesbianas en el año 69 en Nueva York mientras peleaban por sus derechos, ¿no?
Padre Novoa: Exactamente.
Alvarado: Lo que nosotros estamos buscando es que se nos garanticen nuestros derechos civiles. En la sociedad existen posturas, no es sólo la institución del matrimonio, también buscamos una garantía en los derechos que son de todos y todas. Por ejemplo, un hombre gay puede tener expresiones de afecto libremente. El matrimonio en Colombia para heterosexuales es válido como un derecho civil, incluso tiene figuras como la unión libre que son aceptadas. La Corte Constitucional ha sentado jurisprudencia favorable para equiparar nuestras uniones, sin embargo, el Congreso no lo ha querido legislar. No estamos abogando por un matrimonio religioso, la Iglesia tiene su tradición y por ende una historia por respetar, pero el matrimonio civil refiere derechos civiles. Por séptima vez, esta vez en nombre de la senadora por el Partido Liberal, Piedad Córdoba, se ha presentado un proyecto de ley en el Congreso que admita esa unión libre, la unión civil, que nos da una garantía a nivel legislativo. Es pertinente decir que ninguno de los seis proyectos de ley anteriores lleva la palabra matrimonio.
Padre Novoa: A propósito de derechos civiles, la comunidad católica apoya el reconocimiento a los homosexuales, pero tenemos el derecho de participar en la opinión pública, aunque no sea nuestra intención imponer una postura. La iglesia está de acuerdo con los derechos sociales y patrimoniales de las parejas del mismo sexo.
Alvarado: También existe una demanda en este momento en la Corte Constitucional en donde exigimos declarar inconstitucional el artículo 113 del Código Civil, porque dice que el matrimonio sólo puede darse entre un hombre y una mujer.
Padre Novoa: Pero es que ese no es el ideal de una familia. No estamos discutiendo el que puedan estar juntos o no, sino que la familia que pueden llegar a formar no es funcional.
Alvarado: Hoy en día el matrimonio ni siquiera es tan sólido como antes, su figura era muy bonita, pero hay síntomas de que ya no es funcional. La idea de mamá y papá puede empezar a variar un poco. Si no, ¿cómo se maneja una madre soltera?
Padre Novoa: La imagen materna y paterna es fundamental. Sí, hay hogares incompletos, pero no es lo ideal.
Alvarado: Entiendo que no al matrimonio. Pero en tanto figura civil de unión libre, ¿por qué no?
Padre Novoa: Ser cristiano es un empeño que toca todos los ámbitos de la vida. Que tiene una posición frente a todo. La comunidad estuvo de acuerdo con que la reelección del ex presidente Álvaro Uribe Vélez no era la mejor opción, con que la intransigencia a los diálogos con las Farc no debe ser promocionada y, asimismo, tenemos una posición negativa frente al matrimonio homosexual.
Alvarado: ¿Y si no conlleva la adopción?
Padre Novoa: La Iglesia cree que hay un único modelo de pareja, aunque esté de acuerdo con que es objeto de gran debate en las ciencias sociales.
Alvarado: ¿Y las madres solteras?
Padre Novoa: Se les respeta, pero no es la familia ideal. Su argumento es serio, pero definitivamente no lo comparto.