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miércoles, 9 de junio de 2021

COLOMBIA: El valor de la empatía

 El valor de la empatía


Todos hemos sido afectados por todo lo que está ocurriendo en nuestro país, de por sí que la política es algo que afecta directamente a la ciudadanía, y el estar en medio del flagelo entre la guerra y la necesidad de paz es algo que nos afecta a todos, y que debería unirnos como país para afrontar estos momentos tan amargos.

Por Iván Felipe Bohórquez.



Con las divisiones bastante cortantes que tiene Colombia, tristemente volvimos a la época de la violencia que entre el año 46 y el 58 azoto a nuestro país.  Dejando claro que solo había dos colores.

O partencias a los rojos y por ende eras enemigo de los azules, o eras un azul y debías aborrecer a los rojos.

Es triste ver que este suceso llega hasta nuestros días.  Sus secuelas marcan hoy lo polarizado que esta el país como extrema derecha y extrema izquierda, y los del medio, los que están en un auténtico centro, son llamados tibios.

Sin embargo, en esta adolorida Colombia necesitamos más espacios de diálogo, de construcción y de convivencia.

Soy consciente que el pueblo necesita manifestarse en contra de sus gobernantes, cuando estos no entienden o no están alineados con el sentir de ese mismo pueblo.  Como lo he declarado durante estas semanas: Si los de abajo se mueven, los de arriba se caen.

Y es bueno ver como en las manifestaciones pacíficas que agrupan en su mayoría a jóvenes, hay diversidad de pensamientos, estratos, géneros e incluso expresiones artísticas.  Ese es el sentir del pueblo.

Sé que no hemos pasado por buenos momentos, la pandemia del covid 19 nos ha golpeado sobre los mismos golpes de la violencia, la injusticia, la desigualdad social, el hambre.  El dolor nos agobia y es difícil poder soportar más.

Y lo expresamos con rabia y con profunda decepción, que es lo que de algún modo ha impulsado estas manifestaciones.

Pero también pienso que no hay justificación para recurrir a la violencia, soy de los que cree que el dialogo debe ser la bandera que mueva a cualquier sociedad que quiera un cambio, porque yo lo quiero también y todos lo necesitamos.

No podemos seguir matándonos a nosotros mismos.  No podemos seguir afectando a las familias, las personas más vulnerables que son las mismas que queremos defender.

Un político no va en Transmilenio, para eso tiene sus camionetas, no le afecta si les bloquean las vías, para eso están sus aviones oficiales, poco le importará que vandalicen los barrios populares, están resguardados en sus lujosas mansiones.  Seguimos afectándonos a nosotros mismos.

La empatía por nuestros connacionales debe primar, las fuerzas públicas y la población civil, somos iguales, tenemos las mismas necesidades y sufrimos desde el mismo barrio, desde la misma familia, desde el mismo territorio.

Si queremos que esto mejore, porque con o sin Comisión Interamericana De Derechos Humanos CIDH, este debe tener un cambio favorable para todos; primero hay que desbloquear el corazón.

Debemos ser conscientes de nuestros derechos y nuestros deberes, y el primer deber el cual considero debemos velar, es por el bienestar del otro, porque sin el otro mi vida no sería la misma, no tendría el mismo sentido.

¿Cómo cambiarias tú el país?



Por Iván Felipe Bohórquez.
https://ivanfelipebr.wordpress.com/

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Instagram: @ivanfelipebr
LinkedIn: Iván Felipe Bohórquez


1 comentario:

  1. Interesante lo que escribes Iván. Me gustó mucho la parte final: ese velar por el bienestar de los demás y por lo tanto, cómo lo hacemos fortalecidos desde competencias como la empatía, la asertividad y el respeto por la diferencia en el otro. Me hiciste acordar de las palabras de Gandhi: "Se el cambio que quieres ver en el mundo":

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